Así lo han acordado los Consejos Generales de Dentistas, Farmacéuticos, Médicos y Podólogos, que han decidido extender en toda España el sistema de validación electrónica de la receta privada en papel debido a la situación de emergencia generada por el Covid-19, según anunciaron este martes a través de un comunicado.

Indicaron que las farmacias podrán validar recetas privadas emitidas en papel aunque el prescriptor haya enviado al paciente únicamente una imagen de la receta vía e-mail o WhatsApp. Una vez obtenida la imagen, el paciente o su cuidador podrá dirigirse a la farmacia a retirar la medicación prescrita y se la entregará al farmacéutico impresa o le deberá permitir el acceso al dispositivo en el que la ha recibido.

El profesional de la oficina de farmacia validará el código de la receta y dispensará el medicamento, quedando anulada la misma y, a continuación, guardará y custodiará esta impresión o imagen por el tiempo establecido en la legislación como comprobante de la operación mientras que, para garantizar la “adecuada seguridad”, el sistema registrará qué farmacia ha realizado la dispensación del código de la receta en cuestión.

PROCEDIMIENTO DE VALIDACIÓN

Estos colegios profesionales subrayaron que si el paciente recibe de forma telemática una imagen de la receta privada emitida en los talonarios de algunas de estas organizaciones colegiales, que incluye un código de barras único o Código de Verificación Electrónico (CVE), este se podrá leer y verificar en todas las farmacias de España. Esta medida, “refuerza”, a su entender, la seguridad del paciente al evitarle desplazamientos innecesarios a por el documento original de receta en soporte papel.

Junto a ello, recordaron que esta fórmula permite a los farmacéuticos, a través de la plataforma tecnológica de la Organización Farmacéutica Colegial –Nodofarma-, marcar la receta como dispensada e impedir que con dicha imagen se pueda obtener el mismo medicamento en otras farmacias, un elemento “esencial” de seguridad para profesionales y pacientes.

A su vez, puntualizaron que el proceso de verificación y dispensación de las recetas privadas que llegan a la farmacia con el Código de Verificación Electrónica (CVE) es “muy sencillo” y puede realizarse bien a través de los lectores del código de barras de las farmacias o introduciendo manualmente los dígitos del CVE en caso de error en la lectura electrónica.

Dicha farmacia se conecta a través de Nodofarma con los servidores de estas organizaciones para “confrontar” el Código de Verificación Electrónica, validar la autenticidad de la receta privada y marcarla como dispensada. Este proceso ya lo han llevado a cabo con éxito más de 3.400 farmacias de 48 provincias.

Entre las ventajas de este sistema de validación destacaron tanto el “refuerzo del carácter oficial y la garantía sanitaria” de que la receta privada proviene de un facultativo habilitado, como la “imposibilidad” de una dispensación repetida de medicamentos empleando para ello la misma receta, lo que dificulta su falsificación.