Los jugadores del Betis Antonio Amaya y Xavi Torres han resultado condenados a un año de prisión por recibir primas a terceros, por ganar un partido contra el Valladolid y por dejarse ganar en otra ocasión frente al Osasuna en los dos últimos encuentros de la temporada 2013/14.

El tribunal también condena a cinco dirigentes del club y a dos agentes inmobiliarios que colaboraron en el desvío de fondos. La mayor pena es para el exgerente Ángel Vizcay, condenado a ocho años y ocho meses de cárcel por los delitos de apropiación indebida, falsedad documental y corrupción deportiva. También han sido condenados a penas de prisión el expresidente del club Javier Archanco, el exvicepresidente Juan Pascual, el exdirectivo Jesús Peralta y el extesorero Sancho Bandrés.

Los otros dos condenados son dos agentes inmobiliarios, Cristina Valencia y Albert Nolla, que según indica la sentencia cometieron un delito de falsedad documental al ayudar a los exdirigentes de Osasuna a camuflar el desvío de fondos mediante la simulación de un contrato por actividades inmobiliarias inexistentes.

En esta sentencia que puede ser recurrida ante el Tribunal Supremo han resultado absueltos el exjugador del Betis y en la actualidad del Racing de Santander Jordi Figueras, y el expresidente de la Fundación Osasuna Diego Maquirriain.

La sentencia asegura que en el caso de Figueras no hay pruebas que demuestren su participación en el delito de corrupción deportiva, mientras que el tribunal no considera probado que Maquirriain conociera que se extrajo dinero del club para pagar a los jugadores condenados.

Los condenados han sido sentenciados por delitos de corrupción deportiva, apropiación indebida, falsedad en documento mercantil en concurso con un delito de falsedad contable. La sentencia impone igualmente a los condenados la obligación de indemnizar al Club Atlético Osasuna en la cantidad de 2.340.000 euros importe a que asciende la salida irregular de fondos del club durante las temporadas 2012/2013 y 2013/2014.

A esto se añade, en el caso del expresidente y del exvicepresidente del club, una multa de 1.000 euros y de 2.600,80 euros, respectivamente, por las dietas indebidamente percibidas y de 600.000 euros en el caso del exgerente por un préstamo con destino desconocido devuelto a cargo de las cuentas del club. Además, deberá indemnizar al presidente con 5.000 euros por el daño moral derivado de la falsificación de su firma.

Las tres magistradas que dictan la sentencia consideran probado el fraude de 2,34 millones de euros, cantidad que deberá recibir Osasuna (que no estaba encausado como club) en concepto de indemnización.

La sentencia considera probado el destino de 650.000 euros, que fueron los que recibieron Torres y Amaya como prima por ganar al Valladolid, por lo que cobraron 400.000 euros, y por perder ante Osasuna, por lo que recibieron otros 250.000 euros. Pese a ello, el club descendió a Segunda División.