Sector financiero

El Banco de España pide “monitorizar” la liquidez en los fondos y los ratings para evitar ventas de carteras que dañen los mercados

- Cree que la banca española tiene “colchón” para encarar una crisis que subirá su mora y bajará la rentabilidad

MADRID
SERVIMEDIA

El Banco de España considera “de crucial importancia” evitar episodios de ventas aceleradas de carteras que acaben pasando factura a los mercados financieros y agravando, por ende, la crisis del Covid-19. Y para prevenirlo aconseja “monitorizar” las retiradas de aportaciones en los fondos y Sicavs, la liquidez en los mercados y hasta las decisiones de las agencias de rating.

Así lo demanda en el ‘Informe de Estabilidad’ publicado este lunes, donde explica que las revisiones de ratings pueden hacer que determinados títulos contribuyan a un aumento en el perfil de riesgo de las carteras de los fondos “y disminuir el valor de esos títulos como colateral”, favoreciendo su desinversión.

Adicionalmente, aconseja “evitar que la disminución de la financiación de mercado que estas circunstancias genera para ciertos agentes, suponga una carga adicional para otros intermediarios”.

Si bien el organismo estima que la banca, incluida la española, encara la crisis con mejor posición de partida que la anterior, y las empresas y hogares con balances más saneados y menos deuda, también reconoce que se producirá un incremento en los impagos.

Cree que se generará un riesgo de mercado, de impagos y hasta operacional por el simple hecho de que el confinamiento ha obligado a acelerar los servicios en remoto y puedan darse vulnerabilidades con una ciberdelincuencia creciente.

Pero uno de los aspectos donde mayor acento pone en cuanto a vulnerabilidades es sobre el riesgo que presentan las interconexiones en el sistema financiero. “El elevado grado de interconexiones en el sector financiero podría amplificar el impacto financiero de la perturbación”, detalla.

Se refiere, por un lado, a las interconexiones entre los mercados financieros globales, que hace que la mitigación de los efectos de la pandemia esté condicionada a cómo evolucione en determinados países que desempeñan una posición central en la arquitectura económica y financiera internacional.

Por otro, apunta las interconexiones existentes también entre subsectores financieros que “pueden ser directas, cuando estos intermediarios tienen exposiciones cruzadas en el balance o en la cuenta de resultados”, y también indirectas, “a través de tenencias comunes de valores, pueden convertirse en un elemento amplificador adicional”.

Por eso considera “de crucial importancia evitar que se produzcan episodios de ventas aceleradas de carteras, que puedan distorsionar adicionalmente el funcionamiento de los mercados financieros”.

PREPARADA PARA LA CRISIS

Según el Banco de España las entidades, en general, cuentan con mayores niveles de solvencia que en crisis previas y “deben jugar un papel destacado en la absorción de esta perturbación y en la respuesta a la crisis”.

En el caso español subraya que disponen de unos niveles de capital “significativamente superiores a los requisitos mínimos regulatorios, que se pueden utilizar para absorber pérdidas inesperadas” y, gracias también a su cercanía con los clientes y con el apoyo del Gobierno, pueden convertirse “en elementos claves de la respuesta a la pandemia”.

“Los bancos deberían estar en condiciones de proporcionar financiación a los agentes que antes de la pandemia presentaban un buen historial de pago pero que ahora tienen necesidades de liquidez”, sostiene el organismo.

A su juicio, el sector “dispone de colchones de capital significativos para afrontar las pérdidas inesperadas asociadas a esta crisis” y las medidas adoptadas por las autoridades podrían amortiguar además su impacto, aunque advierte de que “no todas las entidades están en la misma situación”.

Por eso considera necesario “monitorizar cuidadosamente la evolución del sector, así como las interacciones de los distintos subsectores del sistema financiero, dada la existencia de interconexiones significativas entre segmentos y la expansión de la intermediación financiera no bancaria en los últimos años”.

Por otro lado, detalla la fuerte conexión del sector con los sectores empresariales más afectados por las restricciones del estado de alarma como es la hostelería y la restauración o el comercio y cuyo peso en el PIB llega al 25%.

También apunta que el sector encara la situación con deberes pendientes como es reforzar una rentabilidad que sigue por debajo del coste de capital, algo que se hace complicado con el actual escenario de tipos bajos.

Ahora además las medidas implementadas han perjudicado las expectativas sobre el sector bancario, “ya que cabe esperar que tengan un impacto negativo en la morosidad, presionando adicionalmente la rentabilidad a la baja”.

(SERVIMEDIA)
04 Mayo 2020
ECR/mjg