Clima

Los episodios mortales de calor y humedad se han duplicado en 40 años en el mundo

- Esas condiciones incompatibles con la supervivencia humana ya han llegado, según un estudio

MADRID
SERVIMEDIA

Las combinaciones extremas de calor y humedad incompatibles con la supervivencia humana se han duplicado en los últimos 40 años en muchas partes del mundo, con lo que esos episodios no son algo del futuro, como creían algunos científicos, sino que se han producido ya.

Es la conclusión de un estudio realizado por investigadores de Australia, Estados Unidos y Reino Unido, y publicado en la revista 'Science Advances'. Los resultados adelantan la creencia de que el calentamiento climático en lugares tropicales y subtropicales podría causar más adelante en este siglo que la combinación extrema de calor y humedad llegue a niveles que los humanos rara vez hayan experimentado antes. Esas condiciones asolarían las economías y posiblemente incluso superarían los límites fisiológicos de la supervivencia humana.

Sin embargo, el nuevo estudio indica que esas proyecciones son erróneas porque tales condiciones ya han aparecido, gracias al análisis de datos de estaciones meteorológicas desde 1979 hasta 2017; esos episodios se han duplicado desde el principio hasta el final de ese periodo.

MILES DE EPISODIOS

El trabajo identifica miles de episodios de calor y humedad extremos anteriormente raros o sin precedentes en Asia, África, Australia, América del Sur y América del Norte. Los investigadores localizaron más de una docena de breves brotes recientes en el Golfo Pérsico que superaron el límite teórico de supervivencia humana. Esos casos hasta ahora se han limitado a áreas localizadas y duraron sólo unas horas, pero los autores precisan que están aumentando en frecuencia e intensidad.

"Estudios anteriores proyectaban que esto sucedería en varias décadas a partir de ahora, pero esto muestra que está sucediendo en este momento", asegura Colin Raymond, doctorando en el Observatorio de la Tierra Lamont-Doherty de la Universidad de Columbia (Estados Unidos) y autor principal del estudio, quien añade: "Los tiempos que duran estos eventos aumentarán y las áreas afectadas crecerán en correlación directa con el calentamiento global".

Los autores encontraron que los episodios extremos de calor y la humedad se han duplicado en esos 38 años de estudio, con episodios repetidos en gran parte de India, Bangladesh y Pakistán; el noroeste de Australia, y a lo largo de las costas del Mar Rojo y el Golfo de California (México).

Detectaron 14 casos graves y potencialmente fatales, algunos en Dammam (Arabia Saudí), Doha (Qatar) y Ras Al Khaimah (Emiratos Árabes Unidos), que suman en conjunto más de tres millones de personas. También se han producido episodios de ese tipo en partes del sudeste asiático, el sur de China, África subtropical y el Caribe.

El sureste de Estados Unidos registró condiciones extremas para la vida docenas de veces, principalmente cerca de la costa del Golfo (este de Texas), Lousiana, Misisipi, Alabama y el mango de Florida, aunque los peores lugares fueron Nueva Orleans y Biloxi (Misisipi). Esas condiciones también se han producido tierra adentro en Arkansas y a lo largo de la llanura costera del sudeste del país.

BULBO HÚMEDO

Estudios climáticos anteriores no reconocieron la mayoría de esos incidentes pasados porque los climatólogos generalmente observan promedios de calor y humedad medidos en grandes áreas y durante varias horas a la vez. En cambio, Raymond y sus colegas profundizaron directamente en datos por hora de 7.877 estaciones meteorológicas individuales, lo que les permitió identificar episodios de vida más corta que afectan áreas más pequeñas.

Los meteorológicos miden el efecto extremo del calor y la humedad en un índice que se mide con temperaturas de bulbo húmedo, esto es, cuando se envuelve el termómetro en un paño de algodón empapado de agua para medir la temperatura húmeda del aire, lo que refleja la capacidad de la humedad para evaporarse.

Ese es el mecanismo para que el cuerpo humano mantenga su temperatura interna con la evaporación del sudor. A una temperatura de bulbo húmedo de 35ºC, el cuerpo humano no puede refrescarse bastante como para sobrevivir más que algunas horas, aunque algunos estudios anteriores señalan que ese umbral es de 32ºC.

La humedad empeora los efectos del calor porque los humanos enfrían sus cuerpos sudando. El agua expulsada a través de la piel elimina el exceso de calor corporal; cuando se evapora, se lleva ese calor. Este proceso funciona muy bien en los desiertos, pero no en las regiones húmedas, donde el aire ya está demasiado cargado de humedad, con lo que la evaporación del sudor se ralentiza.

En los casos más extremos, ese proceso podría detenerse, salvo que la persona afectada se retire a una habitación con aire acondicionado; de lo contrario, el cuerpo se calentaría más allá de su rango de supervivencia y los órganos comenzarían a fallar. Incluso una persona fuerte y en buena forma física moriría en cuestión de horas si supera ese umbral de bulbo húmedo estando al aire libre.

OLAS DE CALOR

El nuevo estudio indica que las temperaturas de bulbo húmedo cercanas o superiores a los 30ºC se han duplicado desde 1979. Los investigadores hallaron 1.000 episodios con 31ºC de bulbo húmedo, algo que anteriormente se creía que ocurría en raras ocasiones, y alrededor de 80 casos con 33ºC, lo que antes se consideraba casi inexistente. "Podemos estar más cerca de un punto de inflexión real de lo que pensamos", dijo Radley Horton, investigador de Lamont-Doherty y coautor del artículo.

Aunque el aire acondicionado puede mitigar esos efectos en los países ricos, los investigadores sostienen que hay límites. Antes del nuevo estudio, uno de los episodios de calor y humedad más altos que se registraron fue en Bandar Mahshahr (Irán), con una temperatura de bulbo húmedo de 35ºC el 31 de julio de 2015.

Entonces, no hubo muertes conocidas, los residentes se quedaron dentro de vehículos y edificios con aire acondicionado, y se ducharon después de breves estancias al aire libre. Pero Horton señala que si las personas se ven obligadas a confinarse más tiempo, la agricultura, el comercio y otras actividades podrían detenerse, incluso en naciones ricas, una lección que el copalso de las economías ya ha conocido con la pandemia del Covid-19.

Muchas personas de países pobres que están en mayor riesgo carecen de electricidad y, por tanto, de aire acondicionado, puesto que dependen de la agricultura de subsistencia, que requiere un trabajo diario al aire libre. Episodios extremos de calor y humedad podrían hacer que algunas de las áreas más afectadas sean inhabitables, según Horton.

"Estas mediciones implican que algunas áreas de la Tierra están mucho más cerca de lo esperado en alcanzar un calor intolerablemente sostenido. Anteriormente se creía que teníamos un margen de seguridad mucho mayor", concluye Steven Sherwood, climatólogo de la Universidad de Nueva Gales del Sur (Australia).

(SERVIMEDIA)
10 Mayo 2020
MGR/gja