Sector financiero

UGT teme que la banca recurra a excedencias y reducciones de jornada para encarar el cuidado de los niños de su plantilla

MADRID
SERVIMEDIA

La vuelta al trabajo con la desescalada del confinamiento plantea dificultades ante el cierre de los colegios y en la banca comienza a barajarse ofertar a sus trabajadores excedencias y reducciones de jornada voluntarias, junto a las vacaciones no disfrutadas, para cuidar a los niños, lo que genera preocupación en los sindicatos.

“Nos preocupa porque todas esas soluciones van contra la cuenta de resultados del trabajador cuando se trata de una situación que viene impuesta: es del Estado o del gobierno autonómico del que depende la vuelta al cole”, explicó a Servimedia el secretario Federal del Sector Financiero, Oficinas y Seguros de FES-UGT, Roberto Tornamira.

Según cálculos del sindicato, el 70% de los 180.000 trabajadores del sector financiero cuenta con niños en edad escolar y hasta ahora han podido gestionar la situación por encontrarse en su inmensa mayoría teletrabajando.

La dificultad comenzará a ser una realidad a partir de mañana lunes y de manera progresiva, con la intención de las entidades financieras de ir reincorporando a sus plantillas a los puestos de trabajo.

Al tratarse de un servicio esencial, han mantenido a pleno rendimiento su actividad con clientes pese al estado de alarma, aunque clausurando gran parte de las sucursales por razones de protección y al reducirse también la normal afluencia de clientes a las oficinas por el confinamiento.

Los bancos de la Asociación Española de Banca (AEB) clausuraron de media la mitad de sus sucursales y las entidades de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA) han mantenido abierto alrededor del 80-90%, si bien con enorme disparidad entre las diferentes entidades y su tamaño.

En lo que sí han coincidido es que hasta el 90% de los trabajadores en casi todas las entidades han atendido a clientes o realizado su función desde los domicilios, con turnos rotatorios en aquellos equipos que tenían que desplazarse a la sucursal.

“Quién más tiene que desescalar es quien más cerró, por tanto, van a ir a ritmos diferentes. ¿Y qué pretenden hacer? Pues si han cerrado 1.200, por ejemplo, ir de 200 en 200 cada semana o quincena hasta llegar al total, siempre que no haya un retroceso”, explica Tornamira. Según indica, en el ánimo de las entidades está ir recuperando la normalidad de forma progresiva y eso “conlleva el retorno de los trabajadores y trabajadoras a sus centros de trabajo”.

“La solución de los abuelos no es válida porque puedes someter a un riesgo tremendo a los abuelos y la situación es complicada también desde el punto de vista económico. No todo el mundo se puede permitir una reducción de jornada. Eso está muy bonito en la teoría, pero, sobre todo, en las familias monoparentales es complicado y esta es la problemática que se nos pone en las 2-3 semanas que tenemos por delante”, reitera.

Así, gestionar la conciliación se ha convertido en la preocupación número uno en este momento para la central sindical en banca, toda vez que la banca ha resuelto el desafío de protección de sus plantillas y clientes.

Las entidades están, de hecho, desde hace tiempo surtiendo a sus empleados y sucursales son guantes, mascarillas sanitarias y pantallas de plásticos o geles hidroalcohólicos, además de establecer espacios mínimos de seguridad y, en algunos casos, han recuperado además las mamparas o, incluso, contratado servicios de seguridad para gestionar los conflictos que puedan darse entre clientes en las colas de espera para el acceso a la oficina.

Tornamira anticipa que entre las prioridades que deja la crisis serán necesario abordar también con urgencia una regulación adecuada del teletrabajo, actualmente sin soporte en convenios colectivos sectoriales.

(SERVIMEDIA)
10 Mayo 2020
ECR/pai