Marlaska se refirió a esta cuestión en el Pleno del Congreso, donde el diputado de Vox Ignacio Gil Lázaro le preguntó si “va a seguir utilizando” su condición de responsable de Interior “para debilitar la democracia española” durante la crisis sanitaria por el Covid-19.

En su respuesta, el ministro acusó al partido de Santiago Abascal de promover la “infamia” y de hacer una “imputación grave” de delitos al Gabinete de Sánchez, al tiempo que se hacen eco de “mentiras” sobre el coronavirus y generan “odio y crispación”. También acusó a esta fuerza política de sólo atacar y no hacer propuestas para que España se recupere de la crisis sanitaria por el coronavirus.

Al mismo tiempo, recordó cómo Alfredo Pérez Rubalcaba, al que definió como el “mejor ministro” del Interior, dijo una vez a Gil Lázaro, cuando todavía estaba en el PP, que le veía mucho en tertulias televisivas “de la extrema derecha”. En este sentido, Marlaska destacó cómo con el tiempo Gil Lázaro ha acabado “ubicado en la extrema derecha”, en referencia a que sea ahora miembro de Vox.

PROTESTA DEL 23 DE MAYO

“Ojala no haya muchos diputados actuales del PP que sigan su senda”, señaló el titular de Interior respecto a que parlamentarios populares no terminen también en el partido de Abascal. Asimismo, Marlaska afirmó que, “con todo el respeto” a los votantes de Vox, debía decir que los miembros del “grupo parlamentario” de este partido “sin el Gobierno de coalición del presidente Sánchez, sin el PSOE, sin Unidas Podemos no son nada”.

Por su parte, Gil Lázaro acusó a Marlaska de ser el “brazo ejecutor del ataque contra el orden constitucional” que entiende que está perpetrando el Gabinete de Sánchez “mediante un uso fraudulento del estado de alarma”. A su juicio, se ha convertido el confinamiento sanitario “en un auténtico encierro generalizado de la población española con una anulación absoluta de derechos y libertades con toque de queda a las once de la noche”.

Este diputado añadió que, frente al “Estado policial” que entiende promueve el Ejecutivo, Vox ha convocado para el 23 de mayo una manifestación en coche, para la que este partido ya ha cursado la comunicación preceptiva a las delegaciones y subdelegaciones del Gobierno. Según Gil Lázaro, si el Ejecutivo impide esta protesta, demostrará que “lo único que le importa es protegerse contra los españoles y seguir ejerciendo un poder autoritario”.