El hombre fue puesto a disposición judicial esta mañana tras ser entregado ayer en el aeropuerto de Ginebra por las autoridades de Suiza, donde se encontraba cumpliendo condena por un delito menor. Kelii sería el cuarto de los sicarios que presuntamente cometieron el crimen. Todos están en prisión.

Sin permanecer ni un solo día en libertad, como corresponde legalmente ante un proceso de extradición activo e iniciado por el Juzgado de Llanes en febrero de 2019, el hombre ha estado, de Ginebra a Madrid, bajo la custodia de los efectivos de la Policía Nacional que prestan sus servicios para la oficina estatal Sirene, que entregaron al investigado en el aeródromo de Cuatro Vientos a los miembros de la UCO de la Guardia Civil habilitados para su traslado por carretera hasta Llanes.

En este momento, al investigado se le atribuye un delito de asesinato, sin perjuicio de que dicha calificación pudiese modificarse antes de concluir la instrucción de las diligencias, e ingresará en el Centro Penitenciario de Asturias.

M.K. únicamente ha querido contestar a las preguntas de su abogado y durante su declaración ha negado su presencia en el día y lugar de los hechos y, por tanto, también haber participado en la muerte violenta del concejal llanisco Javier Ardines. Con él, ya son cuatro las personas que han sido puestas a disposición judicial del juzgado de Llanes y han ingresado en prisión provisional por orden de su magistrada titular, en relación con la muerte violenta de dicho concejal, ocurrida en agosto de 2018 en las inmediaciones de su domicilio llanisco.

Los investigadores sostienen que Kelii fue el autor del asesinato junto a Djilali Benatia, también en prisión provisional desde su arresto hace más de un año. Según la instrucción, ambos planearon la emboscada del edil. Le aturdieron con gas pimienta y lo mataron a golpes en la cabeza. Presuntamente, fueron contratados por Pedro Nieva, considerado el inductor del crimen y primo político de la víctima que contactó con los sicarios a través de Jesús Muguruza para dar un escarmiento al concejal del que pensaba que mantenía una relación con su mujer.