El equipo estará integrado por agentes de la industria entre empresas, representantes institucionales, y actores sectoriales y académicos, pertenecientes a Nissan, Seat, Saba, Ficosa, Clúster del Automóvil, la patronal UPM, Salón del Automóvil, PWC e Iese. Su intención es enviar su plan de trabajo la próxima semana al Gobierno, a la Generalitat de Cataluña y a los sindicatos “para trabajar con la máxima complicidad”.

El presidente de Foment, Josep Sánchez Llibre, consideró prioritario buscar una salida a esta crisis que afectaría a cerca de 30.000 trabajadores entre el empleo directo e indirecto después de que haya transcendido el potencial cierre de la planta de Nissan en la Zona Franca, que la matriz de la compañía no ha confirmado.

“Toda la energía del mundo económico institucional de Cataluña debe concentrarse en los próximos días en procurar una alternativa al cierre y evitar la pérdida de miles de puestos de trabajo en un momento tan crítico como el que estamos viviendo”, apuntó Sánchez Llibre en referencia a la parada prácticamente total de la actividad económica.

En el caso específico de Nissan prevén analizar el futuro y la estrategia que diseñará la marca, integrada en la alianza con Renault y Mitsubishi, y donde la crisis ha agravado un problema que ya viene de antes de la pandemia. La fábrica de la Zona Franca producía el 30% de su capacidad total para entonces.

La patronal puntualizó que la crisis del sector es anterior al Covid-19, ya que se enfrenta con la irrupción del vehículo eléctrico que “amenaza el futuro de 38.000 puestos de trabajo en Cataluña, más de una tercera parte de la ocupación generada por el sector auxiliar de la automoción”. Son datos avanzados en febrero por el Departamento de Empresa de la Generalitat de Cataluña tras realizar un mapeo del sector, en el que se detectaron 503 compañías proveedoras y 235 empresas afectadas muy directamente.

El grupo de trabajo explorará además las tendencias del sector en el mundo, las fortalezas de Cataluña en una industria que es el principal motor de la economía y canalizará todo el apoyo institucional para concentrar recursos económicos y de conocimiento para mantener Barcelona como capital de la innovación y producción de vehículo de nueva generación. Según Foment, Barcelona tiene la oportunidad de estar en el centro de la movilidad inteligente tras hacerse en el 2018 con la sede central del centro de investigación europeo de movilidad sostenible del European Institut of Innovation and Technology (EIT).