“Si no salen los números y la rentabilidad no es razonable ni adecuada, sea en España o en otro país, no iremos, pero por supuesto que nos interesa y mucho, trabajar en casa siempre es una ventaja”, afirmó Manrique.

El directivo anunció a la Junta de Accionistas que la compañía ultima un plan estratégico para los próximos cinco años en el que la empresa se propone aumentar su perfil concesional, con más presencia en Estados Unidos, y un impulso a la sostenibilidad.

Preguntado por la posible expansión a nuevos países, dijo que tienen los mercados ya “muy definidos” y “van a ser a los mismos”. Precisó que a día de hoy no está prevista ninguna adquisición en Estados Unidos.

En relación con el impacto del Covid-19, dijo que los negocios se han “comportado decentemente bien” dado el calado de la crisis, ya que el negocio concesional en tráfico es de bajo riesgo, la construcción ha sufrido paradas puntuales y en servicios públicos han tenido que aumentar el trabajo.

En este escenario de salida de la crisis, Manrique dijo que no ven preciso aumentar las provisiones de 30 millones de euros por la pandemia que se acordaron en el primer trimestre.

En cuanto al pleito con Globalvía, dijo que los tribunales ya le dieron la razón a Sacyr de forma “rotunda” y ahora hay en curso un nuevo procedimiento pero es contra los compradores de acciones, “a nosotros no nos afecta”. Respecto al arbitraje que tienen pendiente en Panamá, confirmó que el Covid va a demorar la primera resolución hasta agosto o septiembre, unos dos meses sobre la previsión inicial.

De cara al futuro, dijo que Sacyr quiere ser líder en sostenibilidad y estudiará las oportunidades que se le presenten en energías renovables como una pata importante del negocio, “pero sin crear burbujas ni hacer tonterías”.