Errejón hizo este comentario en una entrevista en la Cadena Ser que ofreció conjuntamente con su padre, José, y en la que ambos se emocionaron varias veces al recordar cómo el diputado reveló el miércoles en el Pleno del Congreso que su progenitor había sido torturado por el exinspector de la Brigada Político-Social del franquismo Francisco Álvarez Pacheco, ‘Billy el Niño’.

El portavoz de Más País aseguró que en principio tenía pensada una intervención más técnica en el debate sobre la proposición no de ley de PSOE y Unidas Podemos para retirar sus condecoraciones a funcionarios franquistas que tuvieran comportamientos contrarios a los Derechos Humanos, y en particular a ‘Billy el Niño’, aunque ya a título póstumo.

Sin embargo, como ya hizo desde la tribuna, atestiguó que le había indignado la intervención en el debate de los portavoces de Vox y Ciudadanos, al presentar el tema como algo ya superado. El de Cs, Guillermo Díaz, llegó a preguntar si había alguien en el Hemiciclo que hubiera visto fusilar a un familiar o hubiera tenido que desenterrarle de los escombros de un bombardeo. A él le contestó directamente Errejón revelando las torturas a su padre.

“Como no se cuenta, debe de creer que eso no existió”, le disculpó tácitamente hoy. “Es tan cosa del presente que basta tocar para ver que hay mucha gente en silencio esperando que alguien le ponga voz. Lo veo como una deuda generacional”. Según confesó, él no tendría las ideas que tiene si no fuera por su padre.

No obstante, Errejón a la vez atribuyó los comentarios de Vox y Cs a la “manía de las fuerzas reaccionarias de creer que el país es suyo y nosotros estamos un poco de prestado”, y en ese sentido preguntó: “¿Es que mi padre no es español”.

José, quien reconoció que se emocionó al ver la referencia de su hijo, rememoró cómo le fueron a arrestar a su casa una víspera del 1 de Mayo por militar en el Partido del Trabajo (PTE) y cómo ‘Billy el Niño’ exigía a sus detenidos que no le mirasen y los golpeaba si le miraban. También reconoció que los militantes antifranquistas eran “tremendamente sectarios”, divididos entre estalinistas, trotskistas, maoístas, etc.

El padre de Errejón afirmó que él ya tenía “amortizado ese dolor” y daba por hecho que no se iban a quitar las medallas al inspector franquista. Aunque piensa que un país tiene derecho a no mirar atrás, le habían convencido de lo contrario amigos argentinos que sí persiguieron judicialmente a dirigentes de su dictadura militar. “Hay que recordar, no para odiar, pero sí para salir de la noche”, sentenció.