Según informó la organización a través de sus redes sociales, el objetivo del evento, financiado por el Gobierno central, es “reivindicar, a través de la música, los derechos de la población más frágil y la situación de las personas con adicciones".

Así, su “propósito” es, en suma, “reivindicar a las personas con problemas de adicciones”, un colectivo que la red considera “especialmente vulnerable” en el marco de la crisis de la Covid-19.

El concierto se celebrará “en plena naturaleza” y a través de él, la red de atención a las adicciones, UNAD, apuesta un año más por la música como herramienta de sensibilización.

En este caso, para “visibilizar” a una población integrada por personas que, a su juicio, “ya estaban en los márgenes de la sociedad antes de la pandemia” y entre las que citó a los mayores con problemas de adicciones, personas sin hogar, adolescentes con adicción o población reclusa.