En declaraciones tras anunciar el Gobierno que formalizaba la candidatura de Calviño y destacar la importancia de que una española pueda presidir por primera vez el Eurogrupo, Sánchez Mato repuso que "lo importante no es la nacionalidad de la persona que ejerce los cargos en la Unión Europea sino las políticas que esa persona defiende", y que el "idioma" importante es "el que indica de qué lado se pone la persona que ocupa el cargo".

"En este caso", desarrolló, "la actual ministra de Economía se ha caracterizado por posiciones políticas que están en las antípodas de las que precisa la mayoría social", por lo que sentenció: "No cuenta con mi simpatía ni mi apoyo quien defiende que las políticas austericidas fueron una herramienta adecuada en la anterior crisis o quien considera suficiente una suspensión de las reglas fiscales y no una eliminación de las mismas".

"Aunque en la actual coyuntura la ministra Calviño forma parte de un Gobierno de coalición que ha impulsado medidas mucho más en la línea de proporcionar un escudo social a las familias trabajadoras, es conocida su posición acerca de mantener el estatus actual del BCE y su negativa a que este organismo financie de forma directa a los Estados sin utilizar a la banca privada como intermediaria", finalizó Sánchez Mato.