Investigación

Descubren un nuevo mecanismo que controla la aparición del cáncer de hígado

MADRID
SERVIMEDIA

Investigadores del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) han descubierto un mecanismo que controla la aparición de un tipo de cáncer de hígado causado por los ácidos biliares, denominado colangiocarcinoma, en ratones.

El estudio, que se publica en 'The Proceedings of the National Academy of Sciences' (PNAS), financiado parcialmente por la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), ha identificado una proteína que, al ser bloqueada, reduce drásticamente la incidencia y la progresión de este tipo de cáncer.

El colangiocarcinoma es el segundo cáncer de hígado más común, se genera en las vías biliares y tiene un desarrollo clínicamente silencioso, aseguran los investigadores. Y, debido a la ausencia de marcadores tempranos para su diagnóstico, la mayoría de los pacientes se identifican en una etapa avanzada y fallecen a consecuencia de la diseminación del cáncer o metástasis.

En el estudio, dirigido por Guadalupe Sabio y Alfonso Mora, se ha generado un tipo de ratones cuyo hígado no contiene las proteínas JNK1 y JNK2. “Dichas proteínas se activan cuando comemos demasiado y son responsables, en parte, de que el hígado almacene grasa en exceso (lo que se conoce como hígado graso o esteatosis) y presente resistencia a la insulina”, explicó la doctora Sabio. Resultan, por tanto, “muy importantes para el estudio de la obesidad y la diabetes”, añadió.

Los investigadores han visto, además, que estas dos proteínas controlan la producción de ácidos biliares en el hígado, esenciales para la digestión adecuada de las grasas y la absorción de las vitaminas liposolubles (A, D, E y K). “La ausencia en el hígado de JNK1 y JNK2 provoca cambios en las enzimas encargadas del metabolismo del colesterol y de los ácidos biliares. En los ratones analizados, hemos observado un exceso de ácidos biliares en sangre”, agregó el doctor Mora.

La investigadora Elisa Manieri comprobó que, con el tiempo, esta acumulación de ácidos biliares tenía un “efecto tóxico” sobre el hígado y que los conductos biliares empezaban a proliferar de forma exagerada lo que desencadenaba la formación de multitud de colangiocarcinoma.

De hecho, es la primera vez que se ve en modelos de ratón el aumento de un marcador que aparece en pacientes con colangiocarcinoma. Este hecho indicaría que este modelo podría ser una nueva herramienta a la hora de experimentar terapias contra este tipo de tumor.

Utilizando este modelo, los investigadores del CNIC, en colaboración con el laboratorio de Roger J. Davis, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Massachusetts (EEUU), han sido capaces de encontrar una proteína que es esencial en este proceso tumoral, PPARα. Esta proteína regula el metabolismo de ácidos biliares y de lípidos del hígado. Aquellos ratones que carecen de PPARα, resaltó Mora, “presentan un número de tumores mucho menor; casi la mitad de ellos, ninguno”.

Aunque todavía se desconoce si estos datos pueden ser extrapolables a personas, la existencia de este primer modelo animal va a permitir el estudio de un tipo de tumor que todavía sólo se puede diagnosticar en fases muy avanzadas y cuando las metástasis ya se han producido.

(SERVIMEDIA)
30 Jun 2020
MAN/mjg