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España y Portugal reabren una frontera que esperan no cerrar “jamás”

Badajoz Elvas (Portugal)
SERVIMEDIA May Mariño, enviada especial

España y Portugal escenificaron este miércoles en dos actos institucionales en Badajoz y Elvas la reapertura de la frontera más larga y antigua de Europa que esperan no tener que volver a cerrar “jamás”.

En eso coincidieron el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y su homólogo portugués, António Costa, en las declaraciones que realizaron a los pies del Castillo de Elvas tras los actos protocolarios de reapertura en los que también estuvieron sus respectivos jefes de Estado, Felipe VI y Marcelo Rebelo de Sousa.

Costa destacó el momento “único” que se vivió por tener que reactivar la frontera con España, cierre que “espera que no vuelva a acontecer entre dos vecinos". Así apeló a ver el momento “no como una amenaza sino como una oportunidad” para la reactivación económica y la recuperación de la convivencia tras la pandemia.

No obstante, el primer ministro portugués trasladó que “hasta que no tengamos una vacuna, hay que convivir” con el Covid-19 por lo que es mejor “si todos cumplimos las reglas”; mensaje que también trasladó el presidente español llamando a la “tranquilidad, al sosiego, a la certeza” y a “no bajar la guardia” frente al virus.

Si bien, Sánchez destacó que, de los meses duros pasados, las capacidades estratégicas de las comunidades autónomas en España han salido “muy reforzadas” como prueban, dijo, los rebrotes que se han controlado con antelación por parte de los ejecutivos regionales.

Para escenificar el fin del control fronterizo, como recordó Costa, se buscó el simbolismo de dos “fortalezas que construimos para defendernos y apartarnos” y que ahora han acogido la “felicidad” por el reencuentro entre dos países que, como destacó Sánchez, son dos "pueblos hermanos”.

El motivo del cierre de la frontera estaba presente en los dos actos porque los mandatarios ibéricos y las autoridades locales y regionales portaban mascarillas, mantenían las distancias y no se saludaban más que con tímidos gestos y sin contactos. “Me gustaría darte un abrazo pero no podemos”, llegó a decirle Sánchez a Costa en su llegada y lo despidió juntando las manos, al estilo de saludo japonés.

La sintonía y cercanía entre los dos jefes de Estado también se visualizó en la conversación constante entre Felipe VI y Rebelo de Sousa tanto en Badajoz como en Elvas. Cercanía también hubo en suelo portugués pues los cuatro mandatarios se acercaron a conversar con un grupo de no más de 30 personas que se dieron cita en esta ciudad Patrimonio de la Humanidad.

Sin embargo, por la mañana en suelo español, los cuatro sólo se asomaron a la muralla de la Alcazaba. Desde arriba se veía una desierta plaza San José (del siglo I) donde apenas se concentraron una docena de personas. Unas con banderas de España y gritos de "¡viva el Rey!"; otras con banderas republicanas y proclamas de "España, mañana, será republicana" y “gastos reales para escuelas y hospitales”.

Tras visitar el Museo Arqueológico de Badajoz, situado dentro de la Alcazaba, las dos delegaciones cruzaron la frontera. El Castillo de Elvas fue en esta ocasión el fondo elegido para mostrar la comunicación recuperada entre España y Portugal en suelo español. Hasta allí también se desplazó una protesta protaurina y otra de antinucleares.

Juntos -ya sin mascarillas- se asomaron a la muralla del Castillo que, gracias a lo elevado que está el pueblo, permite una panorámica del campo que se extiende casi hasta la frontera con España.

La relación entre los dos países y sus representantes institucionales ha ahondado durante la pandemia, según el presidente español, por el “apoyo y arrope” que durante las semanas “más duras” ha encontrado en el primer ministro portugués.

El encuentro hispano luso concluyó con las declaraciones de Sánchez y Costa a los pies de la fortaleza portuguesa y después de que las dos delegaciones estuvieran reunidas casi una hora en un establecimiento de Elvas.

(SERVIMEDIA)
01 Jul 2020
MML/mjg