Ampliación

'Caso Dina'

Iglesias, dispuesto a comparecer en el Congreso si es dentro de una nueva comisión sobre "las cloacas"

- Dice que se quedó la SIM del móvil de Dina para no someter a más presión a su exasesora al creer que era la única copia y que se la devolvió en buen estado

- No contempla ser imputado: "¡Sería el mundo al revés!"

- Recuerda que los fiscales del caso unas veces han estado de acuerdo con Podemos y otras veces no

MADRID
SERVIMEDIA

El vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, propuso este viernes a los grupos políticos comparecer en el Congreso de los Diputados por el llamado 'caso Dina', como ya han pedido PP, Vox y Ciudadanos, pero dentro de una nueva comisión de investigación más amplia sobre las "cloacas" policiales y mediáticas, en la que se pueda llamar a declarar también a exmiembros del Gobierno como Mariano Rajoy y Soraya Sáenz de Santamaría, al excomisario José Villarejo y a periodistas.

Lo hizo en una entrevista en RNE recogida por Servimedia, la primera que concede desde que empezaron a publicarse informaciones acerca de que el juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón podría imputarle en el caso tras retirarle la condición de perjudicado y también extractos de chats internos de Podemos que atestiguan la coordinación y complicidad de los abogados del partido y los fiscales anticorrupción de la causa.

El vicepresidente no aclaró si aceptará las solicitudes de comparecencia específicas cursadas por PP, Vos y Cs si no se accede a su propuesta de comisión de investigación. En cambio, abogó por esa otra sobre las 'cloacas', aunque ya se celebrara una en el Congreso sobre la presunta 'policía patriótica' creada por el exministro Jorge Fernández Díaz.

"Volvamos a hacerla, porque es el mismo caso. Yo no tengo ningún problema en dar allí todas las explicaciones", postuló, defendiendo el derecho de otros partidos distintos a PP y Vox a llamar a comparecer también a Rajoy, Sáenz de Santamaría, Fernández Díaz, los policías implicados y los periodistas que publicaron las filtraciones.

"Vamos a dar la cara todos", emplazó, presuponiendo que a la derecha no le interesará cuestionar la supuesta estructura de las 'cloacas' sino sólo a él y prometiendo que estará "encantado" de responder a sus preguntas, pero que al mismo tiempo no permitirá que los responsables de las 'cloacas' "se vayan de rositas", como a su juicio pretenden algunos.

Preguntado si cuenta con el apoyo del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en este caso, respondió que "sólo faltaría" e interpretó que no le ve más recorrido que el mediático. En otro momento, contestó que en su opinión las 'cloacas' siguen existiendo en la actualidad, pero en la práctica se refirió sólo a su dimensión "mediática, no tanto policial": la de "dar apariencia de investigación a infamias y acusaciones falsas". En este sentido, alertó contra el peligro de "normalizar" el uso de la mentira como arma política, también para el periodismo.

Sobre los detalles del caso, Iglesias se reafirmó en su tesis de que él y Podemos deben seguir teniendo condición de parte perjudicada en la causa porque una copia del contenido del móvil de su exasesora Dina Bousselham apareció dentro del ordenador de Villarejo en un registro policial de 2017.

"Hay que ir a los hechos y es evidente quién es víctima", comenzó, asegurando que con el contenido del móvil robado a Bousselham se intentó desacreditar a Podemos y a él mismo. Primero, buscando indicios de un delito, luego de algún escándalo sexual "a costa de la dignidad" de su exasesora y, al final, con lo único que encontraron: “una jota cantada por Echenique” (la versión humorística de ‘Chúpame la minga, Dominga’) y el “comentario muy desagradable” que él vertió diciendo que azotaría a la periodista Mariló Montero y por el que recordó que ya se disculpó, aunque lo atribuyó al contexto de charla privada, en el que cualquiera hace comentarios que "tendrían una interpretación desagradable en lo público".

Iglesias atribuyó las recientes publicaciones a “un nuevo intento de desestabilizar al Gobierno y sacar a Unidas Podemos del Ejecutivo”, igual que las inmediatamente posteriores a las elecciones de junio de 2016 habrían pretendido, a su juicio, impedir una coalición con el PSOE. Y, como con las denuncias de supuesta financiación venezolana o iraní de Podemos, auguró que éstas no tendrán ningún recorrido judicial, porque a su modo de ver las demandas no pretenden tenerlo, sino que sólo buscan espacio y tiempo en los medios de comunicación con el objetivo de “difama, que algo queda”.

ÁMBITO JUDICIAL

En la vertiente judicial, reiteró que no está de acuerdo con que el juez le haya retirado la condición de perjudicado, decisión que su defensa ha recurrido, y se preguntó: "¿A quién perjudicó que en este país salieran esos pantallazos del móvil de Dina Bousselham? ¿Cómo que no somos los perjudicados? ¿A quien se perjudicó entonces?".

En la misma línea, descartó la posibilidad de que el juez le impute por daños informáticos al móvil de Bousselham. “No concibo esa posibilidad, sería el mundo al revés. ¿Pero qué es esto?”, exclamó con vehemencia. Apelando al último testimonio de su exasesora, que contradijo el primero, Iglesias dijo que “Dina en ningún caso ha dicho que la tarjeta tuviera un mínimo deterioro” y preguntó "qué cambia eso", el que su copia se deteriorara, cuando había otras seis o siete en circulación.

Explicó que el expresidente del Grupo Zeta, Antonio Asensio, le entregó a él la copia de la SIM del móvil diciéndole que era la única, algo que atribuyó a que así se lo dijeron al propio empresario, no una mentira suya. Entonces, al examinar el contenido del móvil, con muchas fotos íntimas de la chica, explicó: “Tomo una decisión: no someter a Dina Bousselham a más presión. Habían salido varias informaciones que decían que teníamos una relación”.

Según esta versión, que ya expuso al juez, sólo cuando algunos medios de comunicación publican el contenido del teléfono, él le entregó la copia diciéndole: “Compañera, aquí está; esto es lo que tienen”. Y, ante la pregunta de si, entonces, se la devolvió en buen estado, aseveró: “Por supuesto que sí”.

Iglesias también descartó que la propia Bousselham divulgara copias de su móvil, preguntando si “una mujer de veintipocos años”, como la describió una y otra vez, iba a pasar fotos íntimas suyas a "tipejos" y “gentuza” como los policías y periodistas implicados. No pudo desmentir, sin embargo, que los pantallazos que dieron lugar a las noticias que se publicaron en 2016 los divulgara ella misma antes de que copias íntegras del contenido del móvil llegaran a Villarejo y periodistas.

Respecto al último punto en liza, si los fiscales anticorrupción dieron información privilegiada a los abogados de Podemos a finales de 2018, Iglesias contestó que "en ningún caso", que él confía en la independencia de la Fiscalía y que en ese caso, dentro de las "relaciones habituales" que tiene esta institución con las partes, se demuestra que “ha habido momento en los que nuestros criterios como perjudicados han sido compartidos por la Fiscalía y ha habido otros momentos en los que no”. Finalmente, dijo que no tenía "nada que decir" sobre las "bajezas" que, según sus palabras, se han publicado al respecto.

(SERVIMEDIA)
03 Jul 2020
KRT/mjg