Así lo indicó durante un acto en Peñagrande donde comprobó las nuevas medidas de seguridad desarrolladas en la apertura de un centro deportivo, donde comentó que aún no es consciente de la fecha exacta para el cierre definitivo del estadio.

El alcalde apuntó que cuando ha pasado por los restos del estadio siente una “profunda melancolía”, por lo que el Paseo de los Melancólicos que bordeaba al estadio del Atlético de Madrid “está más que justificado”.

Almeida señaló que ha pasado gran parte de su vida en el Vicente Calderón donde “he llorado, he disfrutado, he gritado y lo he pasado mal” y recordó su primer partido en el estadio allá por el año 1982, con seis años, con un 2-0 frente al Zaragoza.

“Cuando paso por ahí tengo una sensación de melancolía, pena, gratitud y sentimiento atlético, pero prefiero que desaparezca a seguir viendo ese proceso de demolición y que no haya vestigios de esa tribuna”, insistió el regidor madrileño.

A pesar de la tristeza, confió en que pronto se pueda empezar a trabajar en el futuro de la zona, que auguró que “va a ser una de las mejores de Madrid”, con la zona verde conocida como Parque Atlético de Madrid.

RECUERDO SENTIMENTAL

Además, el alcalde de la capital apuntó que el mejor hito que va a quedar del Calderón “es el recuerdo sentimental entre todos los madrileños, tanto de los que no les gusta el fútbol, como los que son del Madrid, del Atleti o del Rayo y todos lo vamos a recordar con enorme cariño”.

En relación con los hitos y recuerdos que se instalarán en la zona, “siempre me pareció buena idea que hubiese una zona verde que se llame Parque Atlético de Madrid” y “luego trabajaremos con el club para instalar una serie de hitos que a todos nos puedan recordar”.

Por último, lo importante del Calderón es que “trasciende de lo futbolístico y permanece en la memoria sentimental de todos nosotros por los momentos, extraordinarios y menos extraordinarios que hemos vivido”. Además, “hemos ganado más títulos en el estadio de los que hemos perdido”, concluyó Almeida.