Así lo anunció la vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís, junto al delegado de Desarrollo Urbano, Mariano Fuentes, durante la presentación del concurso de ideas internacional para el Bosque Metropolitano, que estará dividido en cinco lotes, tendrá un presupuesto de 4,3 millones (IVA incluido) y tres meses para la presentación de ideas.

De este modo, dicha iniciativa se unirá a la idea inicial presentada por el Ayuntamiento madrileño de que cada persona que naciese en Madrid pondría nombre a uno de los 450.000 árboles que se plantará en el ‘cordón verde’ que rodeará la capital y que será creado durante los próximos 10 años.

De este modo, cada niño y cada fallecido “que han sido muchos” tendrán su merecido recuerdo y las familias podrán visitarlo, por lo que “se van a poder sentir representados”. Villacís explicó que “no se hará con azulejos como hacía Álvarez del Manzano”, sino que será reconocible con medios tecnológicos como Códigos QR”.

Por su parte, el delegado de Desarrollo Urbano explicó que el proceso de plantación es muy complicado, por lo que hay que hacer trabajos previos de preparación de terrenos, en los que hay contar con las nuevas vías y los espacios naturales.

Fuentes comentó que están comenzando ya con esos trabajos para que la plantación se produzca a partir de octubre y noviembre con la primera gran plantación, que contará con cerca de 80.000 árboles.

Villacís valoró que “el gran proyecto del mandato empieza a tomar forma”. La vicealcaldesa de Madrid recordó que el Bosque Metropolitano era uno de las grandes promesas con las que se presentó a las elecciones municipales, que fue consensuado en los acuerdos de investidura y refrendado dentro de los 352 Acuerdos de la Villa.

“Muchos hablaban de proyectos grises, obras, soterramientos y nosotros presentamos este proyecto verde”, comentó antes de señalar que este proyecto de 74 kilómetros permitirá un reequilibrio territorial ya que “empezará a tomar forma desde el sur”.

La vicealcaldesa destacó que el Bosque Metropolitano contará con especies autóctonas de la capital como encinas, pinos, álamos y madroños, que permitirán eliminar 170.000 toneladas de CO2 de la atmósfera.