Según informó este viernes la sociedad científica, esta encuesta se llevó a cabo para valorar el impacto que ha tenido el confinamiento en la vida diaria de las personas que sufren baja visión.

Con una muestra de 131 respuestas (62% hombres y 38% mujeres) la primera conclusión es que el confinamiento no ha afectado por igual a los pacientes con baja visión. El 49% de los encuestados afirma que ha notado un deterioro de su calidad visual durante el confinamiento y el 47% que ha reducido sus salidas a la calle.

En este sentido, el estudio también ha desvelado que el principal problema con el que se han topado las personas con baja visión ha sido mantener la distancia de seguridad con otras personas (41%) seguido de quienes han tenido problemas para orientarse o desplazarse por su ciudad (37%).

EN EL DOMICILIO

Pero el confinamiento no sólo ha afectado a cómo se relacionan las personas con baja visión con el espacio público, sino también con el privado. Un 24% afirmó haber experimentado una mayor dificultad para encontrar objetos u orientarse en casa, mientras que para un 19% fue más difícil realizar tareas del hogar como limpiar o cocinar.

En cuanto al estado emocional, la encuesta de la Seebv comprobó que durante estos meses los encuestados aseguraron haber sentido tristeza (65%), ansiedad (59%) y miedo (40%).