Así lo defienden en su posicionamiento ante el Proyecto de Real Decreto sobre la utilización voluntaria del logotipo nutricional Nutri-Score en los productos alimenticios que, según anunció el ministro de Consumo, Alberto Garzón, entrará en vigor en España en el primer cuatrimestre de 2021.

La presidenta del Cgcodn, Alma Palau, consideró “primordial” incrementar la alfabetización alimentaria y facilitar a los consumidores las “claves” para interpretar correctamente el sistema de etiquetado frontal y advirtió de que, en una alimentación saludable, “una gran parte de los alimentos están sin envasar y son, precisamente, los que deben llenar nuestra cesta de la compra”.

Esta alfabetización alimentaria resulta, según su criterio, “especialmente importante” en el caso de “grupos vulnerables y con bajos niveles económicos y de formación”, con mayor riesgo de enfermedades crónicas y que, señaló, “en su mayoría, conviven en entornos alimentarios poco propicios para elegir opciones saludables a precio asequible”.

Por su parte, el presidente de la Academia Española de Nutrición y Dietética, Giuseppe Russolillo, planteó al Ministerio de Consumo la restricción de la publicidad de alimentos y bebidas dirigidos a menores de hasta 16 años y le emplazó a hacer “más estrictas” las condiciones del Código PAOS. A su entender, un “gran objetivo sería limitar la exposición de niños y jóvenes a la publicidad de alimentos ricos en grasas, azúcares y sal”.

Durante la consulta pública de dicho proyecto, ambas organizaciones presentaron ante el Ministerio de Consumo un documento con el análisis que los dietistas-nutricionistas han hecho sobre la utilización voluntaria del logotipo nutricional Nutri-Score en los productos alimenticios y que, a su juicio, reúne “muchos de los criterios reivindicados desde el colectivo dietista en Europa”.

A este respecto los especialistas valoran “positivamente” que la incorporación del sistema de etiquetado frontal en los alimentos envasados sea “vinculante y de obligado cumplimiento” si bien insisten en la necesidad de “armonización” a nivel europeo de los criterios que debe cumplir el sistema de etiquetado frontal y en la posibilidad de “valorar” sistemas “mixtos” que “evalúen” el producto e informen de la cantidad de nutrientes “clave”.

Por otra parte, precisan que la implantación del Nutri-Score podría verse “afectada” por las indicaciones del futuro sistema armonizado europeo, hecho que, a su entender, “debería quedar reflejado en la propuesta normativa” y urgen a alcanzar “consenso” en torno a los criterios armonizados de los sistemas de etiquetado frontal, y lanzar, “de una vez por todas”, la reformulación de alimentos.