Así lo indicó este martes el alcalde, después de que el puente y sus alrededores fuesen vallados y clausurados tras más de 50 años de vida por riesgo de colapso ante la aparición de numerosas grietas.

Almeida señaló que las obras de demolición comenzarán “de inmediato” y se podrá alargar hasta el mes de noviembre, con un coste aproximado de ocho millones de euros.

El regidor madrileño apuntó que este puente era la novena vía con mayor circulación de la capital, por lo que están estudiando qué harán para restablecer la circulación en esta vía, aunque descartó que se vaya a construir otro puente similar al que hay en la actualidad.

Almeida comentó que el Área de Obras y Equipamientos, que dirige Paloma García Romero, está ultimando un decreto de emergencia que autorizará el derrumbe, mientras que el Área de Medio Ambiente y Movilidad, que encabeza Borja Carabante, trabaja para tratar de provocar las menores afecciones posibles al tráfico, ya que por el puente transitaban a diario cerca de 40.000 vehículos por sentido.