Así lo manifestó en la rueda de prensa telemática en la que presentó su libro ‘Me explico’, escrito junto al periodista Xevi Xirgo y publicado por Penguin Randomhouse, cuando se le preguntó qué habría hecho diferente en aquel mes, el del referéndum del 1-O y la declaración de independencia, si pudiera volver atrás en el tiempo.

“Un pasaje para mí clave es el relativo al 10 de octubre”, respondió, sobre la fecha en la que declaró la independencia, aunque sin oficialidad legal que lo respaldara, y ocho segundos después dijo que la ponía en suspenso en aras de una negociación con el Gobierno español. “Esa decisión, que luego digo que es un error, la habría hecho diferente, y las consecuencias habrían sido diferentes”.

Según argumentó, el 10 de octubre el 155 aún no se había aprobado y, si la independencia se hubiera llevado a término, “habríamos partido de una posición de fuerza mucho mayor que el 27”, cuando se niega a convocar elecciones autonómicas como le pedía el Gobierno español. Ahora bien, añadió que “aventurar qué habría pasado diferente es especular”.

“No se entiende el 27 sin lo que pasó el 10”, continuó. “Cuando estábamos en condiciones óptimas para la declaración de independencia, el Estado abre una ventana de diálogo y me pide no hacer nada irreversible, y no lo hago”. Según su versión, “el Estado no correspondió” y “demostró que aquello era una trampa, un engaño”. Por ello, concluyó, refiriéndose a futuros gobiernos catalanes: “Cuando tu interlocutor te engaña de una forma tan salvaje e irresponsable, es obligatorio tener esto en la memoria”.