El valor bruto de sus activos se situó a finales de junio en 17.776 millones, con un 73,5% de renta variable cotizada, un 14,7% de negocio inmobiliario, un 5,4% de renta variable no cotizada, un 1,1% de renta fija y otros, y un 5,3% de caja y equivalentes.

Según desveló CriteriaCaixa este viernes, ha centrado su estrategia en preservar y ampliar la liquidez a fin de minimizar el impacto de la crisis, “moderando el ritmo de nuevas inversiones, así como gestionando activamente los vencimientos de deuda”.

La cartera cumpliría con dicho objetivo ya que los activos cotizados, en renta variable y renta fija, y la caja y equivalentes representan en conjunto cerca del 80% del total, lo que demuestra la alta liquidez del portfolio.

La caída de los mercados ha pasado factura a la valoración del portfolio, aunque el ajuste conjunto es inferior al experimentado por el Ibex-35 o el Eurostoxx Banks. A pesar del revés de la crisis en las participadas se ha embolsado además 370 millones de euros en dividendos de las sociedades donde participa, de los cuales 351 millones corresponden a la cartera histórica.

En cuanto a los resultados, el beneficio atribuido a su cartera bancaria se situó en 109 millones de euros, un 61% menos por las provisiones realizadas por sus participadas Caixabank, Bank of East Asia y Grupo Financiero Inbursa.

En la cartera industrial ganó 111 millones (-47%), siendo las mayores contribuciones las de Naturgy y Saba, junto a los dividendos recibidos de Suez y Telefónica. El negocio inmobiliario, compuesto por una cartera de 2.617 millones de euros, generó un resultado atribuido de 11 millones frente a pérdidas por valor de 6 millones un año antes.

Su actual cartera cuenta con más de 70 empresas con participaciones minoritarias, donde destacan Cellnex y Telefónica, fruto del proceso de diversificación en cotizadas iniciado por el holding desde mediados de 2018.

Al cierre de junio, el valor en dichas cotizadas ascendía a 2.741 millones de euros, distribuidos en los siguientes sectores: Infraestructuras (45,3%), Consumo (15,4%), Telecomunicaciones y Tecnología (14%), Productos farmacéuticos y de salud (8,7%), Automóviles y componentes (8,2%), Materiales y otros (4,6%), Bienes de equipo (3%) y Energía y utilities (0,8%).

En cuanto a la deuda, en el semestre ha reducido el saldo bruto un 1,5%, desde los 4.826 millones de euros al cierre de 2019 hasta los 4.752 millones al cierre de junio. Cuenta además con 1.350 millones de euros en la caja y equivalentes (945 millones) y pólizas de crédito no dispuestas (405 millones de euros).

La fundación, dueña de la sociedad, ha aprobado un nuevo dividendo por valor de 120 millones de euros con cargo a la partida de prima de emisión, que elevará a 270 millones los dividendos totales pagados a la fundación con cargo al ejercicio 2020.