Clima

Las olas de calor oceánicas obligan a algunas especies a migrar hasta miles de kilómetros

MADRID
SERVIMEDIA

Los episodios de olas de calor en los océanos del mundo pueden desplazar el hábitat de tortugas marinas, ballenas y otras especies marinas entre 10 y miles de kilómetros, puesto que estos animales migran para vivir en entornos con temperaturas más adecuadas a sus características vitales.

Así se explica en un estudio liderado por científicos del Servicio Nacional de Pesquerías Marinas de Estados Unidos (NOAA Fisheries, por sus siglas en inglés) y publicado este miércoles en la revista 'Nature'.

Para medir esa dislocación temporal de las temperaturas de la superficie del océano, que, a su vez, puede impulsar cambios ecológicos, los científicos introdujeron una nueva métrica llamada desplazamiento térmico. "Cuando el ambiente cambia, muchas especies se mueven. Esta investigación nos ayuda a comprender y medir el grado de cambio al que pueden estar respondiendo", apunta Michael Jacox, del Centro de Ciencias de Pesca del Suroeste de NOAA Fisheries.

Los científicos han caracterizado típicamente las olas de calor marinas en función de cuánto aumentan las temperaturas de la superficie del mar y por cuánto tiempo. Tal calentamiento local afecta particularmente a los organismos estacionarios, como los corales. En cambio, el desplazamiento térmico mide la distancia a la que deben moverse las especies para encontrar temperaturas preferidas en la superficie del océano.

PECES COMERCIALES

El desplazamiento térmico depende del gradiente de temperatura de la superficie del mar, la velocidad a la que la temperatura cambia a través del océano. Si una ola de calor calienta un área del océano, los peces, las tortugas, las ballenas y otras especies pueden tener que viajar grandes distancias si el gradiente de temperatura es débil, pero no si es fuerte.

"Puede darnos una idea de cómo puede cambiar el ecosistema en el futuro", recalca Michael Alexander, meteorólogo investigador del Laboratorio de Ciencias Físicas de la NOAA y coautor de la nueva investigación, quien añade que esos cambios pueden tener implicaciones para las comunidades costeras si cambian las especies comerciales de peces porque los pescadores tendrían que viajar cientos de kilómetros para llegar a ellos.

Por ejemplo, una ola de calor marino registrada en el noroeste del Atlántico en 2012 empujó a especies comerciales como el calamar y la platija a cientos de kilómetros hacia el norte. Al mismo tiempo, contribuyó a un auge de la langosta, lo que provocó desembarcos récord y un colapso en el precio.

"Si bien estos problemas de gestión a menudo se discuten en el contexto del cambio climático, ahora están sobre nosotros", escriben los científicos, que agregan: "Las olas de calor marinas modernas pueden inducir desplazamientos térmicos comparables a los de las tendencias de calentamiento a escala de un siglo y si bien estos cambios de temperatura no sólo dictan la distribución de especies, transmiten la escala de la posible interrupción del hábitat".

‘LA MANCHA’

Una ola de calor marino del Pacífico entre 2014 y 2015, conocida como 'La Mancha', cambió las temperaturas de la superficie de más de 700 kilómetros a lo largo de la costa oeste de Estados Unidos y en el Golfo de Alaska. Eso alejó a la presa de los leones marinos de California de sus colonias en las Islas del Canal y dejó a cientos de crías de lobos marinos hambrientas y varadas en las playas.

En todos los océanos del mundo, el cambio de temperatura media a largo plazo asociado con el calentamiento oceánico afecta a poco más de 20 kilómetros por década. En comparación, las olas de calor marinas han desplazado las temperaturas en un promedio de aproximadamente 200 kilómetros en cuestión de meses, por lo que estos fenómenos están cambiando la temperatura del océano a escalas similares a las previstas con el cambio climático, pero en plazos mucho más cortos.

(SERVIMEDIA)
05 Ago 2020
MGR/man/mjg