El estudio destaca que sólo 3 de los 200 niños encuestados afirma no sentarse nunca ante la pequeña pantalla. Uno de los encuestados, al ser interrogado sobre lo que haría si no hubiese televisión, contestó que se gastaría 20.000 duros y se compraría una", concluye el informe.

Asimismo, los datos obtenidos mediante un cuestionario de 7 preguntas reflejan que, curiosamene, un 90 por ciento de los niños cambiaría el hábito televisivo por "estar con amigos y amigas", el mismo porcentaje para aquellos niños que abandonarían la pequeña pantalla por "viajar"; mientras que un 83,5 por ciento prefiere "compartir el tiempo libre con sus padres y hermanos" que ver la televisión.

Sin embargo, ante esta misma pregunta que "La tele me gusta más o menos que...", el 61 por ciento demostró su preferencia por ver la televisión antes que leer un libro o un cuento.

A la pregunta ¿qué harías si no tuvieras televisión?", 3 de los encuestados contestaron "me moriría" y uno concretamente llegó a expresar "me suicidaría". Mientras, un 67 por ciento se dedicaría a jugar "en general"; un 40 por ciento a la lectura y un 25 por ciento a los deberes. El resto se debate entre el aire libre -el 16 por ciento-; las manualidades -el 13 por ciento-y los deportes -un 14 por ciento-.

"Hay que mencionar la diferencia notable entre niños y niñas en cuanto a la disposición de su tiempo libre, a que los primeros eligen el juego mientras que ellas prefieren la lectura", explican en sus conclusiones los encargados de la encuesta.

RECEPTOR EN SU HABITACION

Los resultados del estudio, elaborado durante el pasado mes de noviembre, tanto en el medio rural como urbano de las dos provincias castellanas, revelan que un 13 por ciento de los niños encuestados dispone de un receptor en su propia habitación. "De estos 27 privilegiados", especifica en sus conclusiones, "20 viven en zonas urbanas y 14 d ellos son varones".

Asimismo, el informe ha pretendido concretar cuáles son las preferencias infantiles en el momento de escoger un programa, siempre teniendo en cuenta que el 69 por ciento de los niños ve la televisión en un horario que oscila entre las ocho y las once de la noche (horario en el que teóricamente se emiten programas para adultos).

Según la encuesta, los dibujos animados son los programas que más ven con una preferencia del 58 por ciento de los niños encuestados, aunque tampoco dscartan la posibilidad de las películas que son la preferencia de otro 48 por ciento de los escolares.

"Los varones reservan su mayor tiempo a las retransmisiones deportivas y ven más películas y noticias que las niñas", dice el estudio. "Ellas, sin embargo, prestan más atanción preferente a concursos y programas infantiles".

LA OPINION DE LOS PROFESORES

Asimismo, Luis Miguel Pedrero y Jose Javier Muñoz han enfocado su investigación hacia el otro colectivo que mantiene contacto directo con los lumnos, concretamente sus profesores.

De este modo, los encuestadores han preguntado entre 20 maestros de EGB que se encuentran en las mismas zonas que los niños encuestados.

Los adultos han calificado mayoritariamente con la respuesta "mucho" y "muchísimo" el grado de influencia que la televisión ejerce en la conducta de los niños. Así, el 65 por ciento considera que la televisión influye "mucho", mientras que el 15 por ciento dijo que "muchísimo".

Esta influencia, según el estudio, se deteta en el aumento de la agresividad de los niños en un 85 por ciento; en el empobrecimiento del lenguaje, en un 70 por ciento; , y en cierto grado de pasividad, en un 30 por ciento.

Por esta razón, el 80 por ciento de los maestros calificó esta influencia como perjudicial, mientras que ninguno aprecia consecuencias positivas entre los efectos de la pequeña pantalla.

Los profesores también coinciden en un 100 por ciento en que el poder de la publicidad y la propaganda es la causa detonante de que e niño pierda tanto tiempo delante de la pequeña pantalla. Un 75 por ciento coincide en que las faltas de alternativas de ocio y el desinterés de los padres provoque este hábito.