Según destacó la organización en una nota, Casáldiga falleció el pasado 8 de agosto en Sao Paulo (Brasil) y, además de religioso, fue escritor y poeta y estuvo toda su vida vinculado a defender los derechos de los más desfavorecidos.

“El mayor valor de Casaldáliga para mí es su testimonio, que es el de un cura, el de un obispo que vive como un pobre, por y para los pobres, y que se ha jugado la vida por ellos sin importarte la propia. Ha sido un santo en la tierra y un ejemplo vivo para mí a quien hubiera seguido a cualquier parte. Creo que se ha ido feliz, cumpliendo el mandato que tenía asignado, que hizo lo que quiso y como él creía que debía de hacerlo. Ha hecho feliz a muchísimas personas y lo ha conseguido predicando siempre con el ejemplo”, afirma el padre Ángel.

Mensajeros subraya también que Casaldáliga fue seguidor de la teología de la liberación y su mandato como obispo de la Amazonía se prolongó 40 años. “Construyó una iglesia popular, abierta, comprometida y coherente al lado siempre de los más pobres. Impulsó pastorales y movimientos sociales que se han convertido en una referencia mundial en la lucha por la tierra y los derechos de los campesinos y los indígenas. Siempre abogó por una profunda renovación de la Iglesia y sus posiciones le provocaron disgustos con Juan Pablo II, quien lo llamó al Vaticano para que explicase su conducta”.

A los 75 años, y aquejado de párkinson, renunció como obispo, pero permaneció en la diócesis y trabajó junto a los campesinos hasta el final de sus días. Publicó más de cincuenta obras de prosa y poesía. Recibió amenazas de muerte por su labor en defensa de los más desfavorecidos y de los campesinos e indígenas del Amazonas.

El funeral tendrá lugar en la Iglesia de San Antón de Madrid este viernes a las 19 horas. Por los protocolos Covid-19 hay limitaciones de aforo.