La portavoz de Junts en el Congreso, Laura Borràs, preguntó a Sánchez en la sesión de control al Ejecutivo "qué medidas piensa tomar el Gobierno para dar seguridad a los padres ante un curso escolar que ya ha empezado, teniendo en cuenta que desgraciadamente estará marcado por la pandemia".

“Al final también en esto van a tener que dar la razón al president Torra”, dejó caer, dado que el presidente de la Generalitat ha sido uno de los líderes políticos que han reclamado una solución para estos padres y de hecho no firmó la declaración educativa de la última Conferencia de Presidentes por no haber incluido ninguna previsión. Borràs advirtió de antemano a Sánchez de que no podía contestar con el llamado Plan Mecuida ,pues su vigencia acaba el 22 de este mes y sólo contempla la flexibilización de la jornada laboral de estos padres, con la consiguiente reducción salarial.

El presidente no respondió así, sino que apeló a los 2.000 millones que el Gobierno ha transferido a las comunidades autónomas para que éstas financien la vuelta al colegio, 337 de ellos a Cataluña, y a que el Estatuto catalán establece que las competencia educativa es exclusiva de la Generalitat. Y sólo deseó: “Me gustaría que siguiéramos trabajando juntos”.

Borrás replicó pidiendo a Sánchez que “progrese adecuadamente” y “ponga orden” en su Gobierno, puesto que el vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, alentó esperanzas sobre estas bajas remuneradas y ahora el ministro de Inclusión y Seguridad Social, “ha echado un jarro de agua fría a las expectativas de los padres”.

Finalmente, le pidió que solucione el tema “sin más dilación” porque, a tenor del retraso en la ejecución de otras medidas, a este paso llegará cuando termine el curso. Sánchez presumió de haber puesto en marcha “el mayor escudo social de la historia de la democracia” e insistió en pedir “que todos arrimemos el hombro”.