Medio ambiente

La Aemet reclama más investigación sobre la capa de ozono tras registros anómalos en el Ártico y la Antártida

MADRID
SERVIMEDIA

La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) señaló este miércoles que es necesario profundizar en la investigación, observación y monitorización de los niveles globales de ozono después de que los registros de la capa de ozono en el Ártico y la Antártida presentaran resultados anómalos en 2019 y 2020.

Esta agencia, dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, hizo esta consideración con motivo del Día Internacional de la Preservación de la Capa de Ozono, que se celebra este miércoles.

La Aemet vigila la capa de ozono en tiempo real a través de la red de espectrofotómetros Brewer instalados en A Coruña, Madrid, Zaragoza, Murcia, Izaña (Tenerife), Santa Cruz de Tenerife y El Arenosillo (Huelva), y mediante la realización semanal de ozonosondeos en las estaciones de Madrid y Santa Cruz de Tenerife. El Observatorio de Izaña es una de las estaciones de medida de referencia en el mundo al reunir las medidas más precisas de ozono.

Pese a ser un gas minoritario en la atmósfera, el ozono es de particular importancia para la vida en la Tierra, ya que actúa como pantalla protectora del planeta. La capa de ozono bloquea las radiaciones de onda corta altamente energéticas, que son muy nocivas tanto para los ecosistemas como para la salud de las personas.

En 2020 se ha registrado el mayor agujero de ozono en el Ártico hasta la fecha, una circunstancia atribuible a los cambios en la meteorología, entre otros factores. Hasta ahora se había puesto el foco de estudio en el ozono antártico, donde históricamente se han registrado los peores niveles de este gas. Sin embargo, los patrones meteorológicos y de la circulación de la atmósfera están cambiando.

Según datos de la NASA, el agujero de ozono antártico de 2019 fue uno de los menores en el registro desde 1990, con una extensión media de 9,3 millones de kilómetros cuadrados; el máximo llegó el 8 de septiembre, con 16 millones de kilómetros cuadrados.

PROTOCOLO DE MONTREAL

La protección de la capa de ozono presenta, por tanto, grandes retos como la plena implementación de los compromisos adoptados en el Protocolo de Montreal, derivado de la Convención de Viena, para la eliminación gradual de la producción y el consumo de las sustancias destructoras del ozono con el objetivo último de su completa eliminación.

Los últimos informes publicados sobre la evolución de la capa de ozono indican que los niveles de sustancias destructoras de la capa de ozono (SDO) siguen disminuyendo desde hace 20 años y que la capa de ozono se está recuperando, con una tendencia positiva en la alta estratosfera desde 2010. Sin embargo, estos anómalos registros en el Ártico y en la Antártida ponen de manifiesto que son necesarios más estudios, pues los cambios en la circulación de la atmósfera debido al cambio climático, entre otros factores, pueden alterar los patrones.

El 16 de septiembre de 1987 se firmó el Protocolo de Montreal, enmarcado dentro de la Convención de Viena, firmada en 1985, como una respuesta coordinada al problema ambiental que representa la disminución en la capa de ozono. En el marco de este Protocolo, gobiernos, científicos e industria han trabajado juntos para prohibir estas sustancias dañinas y buscar alternativas. Por este motivo, la Asamblea General de Naciones Unidas eligió en 1994 el 16 de septiembre como Día Internacional de la Preservación de la Capa de Ozono.

Este 2020 el lema elegido para conmemorar el aniversario es 'Ozono para la vida: 35 años de protección de la capa de ozono', que celebra las más de tres décadas de notable cooperación internacional para proteger la capa de ozono y el clima bajo estos dos instrumentos internacionales medioambientales.

(SERVIMEDIA)
16 Sep 2020
MGR/mjg