Fue el primer intercambiador subterráneo que se creó en la ciudad de Madrid y su construcción, en 1995, coincidió con la configuración de la línea 6 de Metro como línea circular, así como de otra infraestructura innovadora: el bus-VAO de la A-6.

Fuentes de Transportes explicaron a Servimedia que “el intercambiador de Moncloa fue el que inauguró el concepto de intermodalidad que hoy marca nuestros proyectos de movilidad sostenible. Por primera vez se podía acceder directamente desde el autobús interurbano a los de Madrid ciudad y a Metro, y, además, con otra infraestructura innovadora como fue el bus-VAO que ahora vamos a extender a la carretera A-2”.

Manifestaron que “su éxito impulsó la gran ampliación de 2008 que lo convirtió en un intercambiador de nueva generación, con más de 46.000 metros cuadrados de superficie. Hoy es, por delante del de Plaza de Castilla, el que más viajeros gestiona en la Comunidad de Madrid, con 124.000 personas a diario y 32 millones al año”.

Las mismas fuentes precisaron que “la intermodalidad es clave en el desarrollo de una movilidad sostenible. Por eso, se va construir otro intercambiador en Conde de Casal, ligado a la ampliación de la línea 11 de Metro, de tal manera que todas las grandes entradas de Madrid ciudad contarán con un espacio intermodal”.

El citado intercambiador da servicio al corredor que se extiende a lo largo de la A-6 Madrid-La Coruña, acogiendo los viajeros de los núcleos urbanos del noroeste de la Comunidad de Madrid.

Cuando se inauguró, el intercambiador de Moncloa contaba con 9.000 metros cuadrados de superficie destinada al transporte público y otros 2.000 metros cuadrados de zonas comerciales y de restauración.

“El gran éxito de la primera infraestructura intermodal de Madrid favoreció que, en 2008, se realizase una gran remodelación, nueva conservación y un nuevo contrato de explotación del intercambiador de Moncloa”, señalaron las mismas fuentes.

“Sus instalaciones crecieron en 20.000 metros cuadrados, con 20 nuevas dársenas. Una de las mejoras más destacadas que ofreció la ampliación fue la conexión directa del carril bus-VAO con el intercambiador, lo que reduce el tiempo de viaje de los cerca de los 5.000 autobuses interurbanos que circulan a diario por el entorno de Moncloa. Gracias a esta infraestructura, ha sido posible mejorar notablemente el tráfico en superficie” añadieron.

Estas mejoras permitieron al intercambiador de Moncloa obtener en 2012 las certificaciones en materia de calidad (ISO 9001) y medio ambiente (ISO 14001). En la actualidad, en el intercambiador cuenta con 46.000 metros cuadrados de superficie y en él confluyen dos líneas de Metro (la 3 y la 6), 19 líneas de EMT y 55 de autobuses interurbanos.

En los últimos meses, y durante la pandemia de la Covid-19, se han tomado medidas excepcionales para reducir al máximo el riesgo de contagio, contando con desinfecciones diarias, reforzando continuamente la limpieza de aquellos elementos manipulables y aplicando producto de desinfección en los equipos de ventilación y climatización.

Desde su inauguración el intercambiador ha recibido más de 587 millones de viajeros. En 2019, pasaron por sus instalaciones 32 millones de usuarios. La media diaria es de 124.000 personas.

Por número de viajeros, Moncloa es el intercambiador que más usuarios recibe de los cinco que gestiona el Consorcio Regional de Transportes, por delante de Plaza de Castilla (27,7 millones), Príncipe Pío (22,7 millones), Avenida de América (16,5 millones) y Plaza Elíptica, (8,4 millones).

Por etapas, (trayectos que se hacen en cada medio de transporte), se realizan 300.000 etapas de media diaria. De ellas, en torno a 150.000 son en Metro, 50.000 en las líneas de autobuses de la EMT y 100.000 en los autobuses interurbanos del Consorcio Regional de Transportes.