Graduaciones

La pandemia impide que muchos graduados pongan el broche final a una etapa

- Empresas especializadas en el sector han sufrido las consecuencias al paralizarse las ceremonias de graduación

MADRID
SERVIMEDIA

La pandemia por coronavirus ha impedido que muchos graduados de colegios y universidades puedan poner el broche final a una etapa educativa, una situación que también ha afectado a las empresas especializadas en este sector.

El coronavirus ha tenido consecuencias importantes en la educación, un ámbito donde durante el confinamiento hubo que recurrir a alternativas como las plataformas online para poder continuar con el curso y los exámenes. Muchos estudiantes se encontraban a punto de culminar etapas importantes en su recorrido académico como es la finalización de 2º de Bachillerato para entrar en la Universidad, así como el fin del período universitario para comenzar la etapa laboral.

Pero miles de estudiantes no han podido poner el broche final a estas etapas. Es el caso de Paloma Colmán, estudiante graduada este año en Políticas y Sociología en la Universidad Carlos III de Madrid (UC3M). Explica a Servimedia que este curso no ha podido graduarse porque la Universidad no les ofreció a los alumnos ni opción online ni presencial.

“Nos enviaron un correo a principios de agosto en el que se nos felicitaba por haber terminado el grado”, cuenta Colmán, que califica el mensaje de “breve” e “impersonal”. Además, confiesa que situaciones como esta dejan “una sensación de que no se ha terminado de cerrar esa etapa” y que “no has conseguido poner el broche final; se queda todo en el aire”.

En la Universidad Complutense de Madrid (UCM), Andrea Herrero, estudiante graduada en Derecho por la UCM, tampoco tuvo ceremonia de graduación. “Hubo un aviso de que se iban a preparar las graduaciones presenciales en septiembre, pero no se ha podido hacer” y asegura que no volvieron a tener noticias. “No hubo ni acto online ni presencial”, por lo que “se ha quedado todo en el aire”.

Esta situación también la han vivido Noelia Usabel y sus compañeros, que este año terminaban 2º de Bachillerato. Siempre habían imaginado celebrar juntos el colofón de este curso, pero el coronavirus no lo ha hecho posible. Su instituto, el IES Ortega y Gasset de Madrid les comunicó que en un principio harían una ceremonia en septiembre. Sin embargo, no tienen previsto celebrar el acto, ni online ni presencial. “A mí me afectó, me hacía ilusión”, comenta Usabel, que confiesa que, al final, aunque muchos colegios se plantean la modalidad online, “la gracia de la graduación es más que estar delante de una cámara y que te digan ‘enhorabuena’”.

EMPRESAS ESPECIALIZADAS EN GRADUACIONES

Circunstancias como estas que, en plena pandemia, pueden parecer banales, afecta no sólo a estudiantes sino también a empresas que se dedican a este sector y que este año han visto afectada su actividad.

Enrique Gavilanes, propietario de una sastrería dedicada, entre otras cosas, al alquiler de togas y birretes para graduaciones confiesa que les ha afectado en significativamente, aunque indica que les ha salvado que en su empresa se trabajan también con otro tipo de clientes.

De cara a los próximos meses, comenta que se encuentran en un “stand by”, a la espera de si se reanudan o no las graduaciones. De momento, no ha habido ninguna Universidad que se haya puesto en contacto con la sastrería, por lo que comenta que “todo depende de cómo evolucione la pandemia”.

Como este negocio, hay otros como el de las empresas dedicadas a las orlas que han sufrido las consecuencias del coronavirus. Jorge García, de Orla Magna, cuenta que, en su caso, ya tenían todas las contrataciones cerradas antes de la pandemia, pero relata que hubo compañeros de otras empresas “a los que les ha pillado el mes de marzo sin haber hecho todas las fotografías y han tenido dificultades tremendas”, comenta García.

LAS GRADUACIONES SE REINVENTAN

La pandemia ha incluido más que nunca lo digital en el día a día. Las clases se han convertido en pantallas de ordenador y celebraciones como las graduaciones, en algunos casos, se han reinventado a través de plataformas de videollamadas e, incluso, a través de páginas interactivas.

El Colegio Internacional SEK-Ciudalcampo de Madrid contrató a una empresa externa para poder celebrar una graduación con los alumnos de 4º de la ESO y de 6º de Primaria, pero lo hizo a través de un programa en el que se recreaba el salón de actos y en el que cada alumno, familiar y profesor tenía un avatar que ellos mismos creaban.

Su directora, Maricruz Lagar, explica que se podía ver a los avatares "cómo se saludaban, cómo hablaban”, para luego entrar en el salón de actos donde se encontraba el atril. En ese momento, el alumno que iba a dar el discurso tenía su avatar y aparecía el vídeo que se había grabado en su casa. “Era una muy espectacular”, asegura.

Aunque se hizo esta celebración online, asegura que se hará una presencial el próximo año, como ocurre con los alumnos de 2º de Bachillerato, una graduación que dejan aplazada “para cuando salgamos de esta situación”.

En el caso de la Universidad CEU, en las sedes de Madrid, Valencia y Barcelona, en el mes de mayo se pudo celebrar un acto online a través de Microsoft Teams dirigido a más de 3.500 alumnos que finalizaban este año su etapa universitaria. Una ceremonia que apadrinó el jugador de baloncesto Pau Gasol y en la que se dirigió un mensaje de admiración a los alumnos por su capacidad de adaptación a la nueva situación.

Como el CEU, la Universidad Villanueva celebró una ceremonia online en junio a través de la plataforma Zoom para los graduados en Magisterio. Así lo cuenta Víctor Abad, uno de los egresados, que comenta que, aunque les dieron esta opción, “es algo que afecta, porque no es lo mismo poder celebrarlo con todos los compañeros, con la familia y con los profesores en un acto presencial”.

No solo colegios y universidades se han visto obligados a reinventarse en esta nueva normalidad. Muchas empresas dedicadas en parte o totalmente a las graduaciones han reorganizado su negocio de tal forma que no vieran paralizada su actividad laboral.

Orla Magna que tuvo que incluir un precio extra en sus orlas para cubrir el gasto de mensajería, ya que muchos estudiantes retornaron a sus provincias y no estaban en Madrid para poder recogerlas, si bien se han dejado más orlas sin recoger que otros años, en torno a “un 5% o un 6% más”.

Estas empresas dependen de cómo evolucione la pandemia en los próximos meses porque, tal y como cuenta García, el nuevo curso lo afrontan con gran incertidumbre. “Este año es cuando va a venir el problema”, porque este mes al retrasarse en muchos casos la entrada a la Universidad, “si los chicos no han llegado a las aulas, todavía ni se plantean el tema de orlas ni el de la graduación”.

Un asunto que, para empresas como la de García, supone un hándicap porque es en los próximos dos o tres meses cuando comienzan las contrataciones con los clientes y cuando comienzan a planificar su actividad laboral para el próximo año.

(SERVIMEDIA)
20 Sep 2020
IAR/gja/pai