Así lo explicó a Servimedia el presidente de la Fundación Franco, Juan Chicharro, con motivo de la presentación de su libro 'Franco. Crónica de la lucha contra la profanación de su tumba', de SND Editores, en el que hace un recorrido del proceso de traslado de los restos del dictador desde el Valle de los Caídos al cementerio de Mingorrubio (Madrid).

Chicharro indicó que su libro no se hubiera podido publicar si ya estuviera aprobada la norma anunciada por el Ejecutivo, que se llamará Ley de Memoria Democrática. Por este motivo, apuntó que ha querido dejar constancia en una obra y para “el futuro” de lo que hizo su entidad para tratar de evitar el traslado de los restos del dictador.

Al mismo tiempo, sobre la posibilidad de que la Fundación Franco sea ilegalizada, su presidente señaló que la ley con la que el Gobierno quiere hacer esto es “sectaria” y “totalitaria”. Sostuvo que se trata de un planteamiento que “cercena derechos fundamentales de las personas, como la libertad o la igualdad, que están consagradas a la Constitución, como la libertad de pensamiento o de opinión”.

FRANCO Y LOS JUDÍOS

A este respecto, Chicharro se preguntó si, según el gabinete de Pedro Sánchez, sería delito decir “que Franco salvó a 70.000 judíos de las cámaras de gas” o que con el anterior jefe del Estado “España pasó de ser una nación miserable y analfabeta a ser la octava potencia industrial del mundo”.

Asimismo, el presidente de la Fundación Franco se refirió a la posibilidad de trasladar la sede de su entidad a otro país si el Gobierno mantiene su objetivo de ilegalizarles. Indicó que aunque sería un recurso “muy lejano”, la realidad es que han recibido ofertas desde otros países para instalarse en los mismos y evitar el acoso del Ejecutivo español.

Explicó que hace dos años recibieron una oferta al respecto desde Tejas (EEUU) y que recientemente han recibido otra oferta “firme” y en“serio” desde Portugal. Indicó que desde el país luso se les ha planteado establecerse allí “con sede y abogados”.

Además, comentó que le preguntó a quien le hizo esta oferta desde Portugal si no habría problemas al ser el Gobierno de los socialistas lusos. E indicó que su interlocutor le respondió que el Ejecutivo luso no se parecía “en nada” al español y que no debía preocuparse por ello.