En el encuentro, coordinado por Gloria Quiroga, profesora de la Universidad Complutense de Madrid, participaron Antonio Colino, presidente de la Real Academia de Ingeniería, y Ángel Simón, presidente de Agbar.

También prestigiosos historiadores entre los que destacaron Gabriel Tortella, catedrático emérito de Historia de la Economía en la Universidad de Alcalá y Premio Rey Juan Carlos I de Economía; Clara Eugenia Núñez, catedrática de Historia e Instituciones Económicas de la UNED, y Mercedes Cabrera, catedrática de Historia del Pensamiento y de los Movimientos Sociales y Políticos de la Universidad Complutense de Madrid, además de exministra de Educación y Ciencia.

Este coloquio permitió que historiadores de la economía y de la empresa española pusieran en común la extraordinaria labor de un grupo de ingenieros que influyeron decisivamente durante la segunda revolución industrial y la incorporación de la economía española al mercado internacional en el siglo XX.

El papel de estos hombres con formación universitaria en el campo de la ingeniería se desarrolló en dos ámbitos: el de adaptaciones técnicas y en el del sector empresarial. Todos ellos fueron creadores de grandes empresas o participaron decisivamente en su formación y contribuyeron a su crecimiento, muchas de las cuales han perdurado hasta hoy en día.

¿Quién no conoce Acciona, Iberdrola, CASA, Ebro Foods, Sener, Talgo, Hispano-Suiza o Cepsa, por citar algunos ejemplos? Con ello, se está hablando de José Entrecanales, José Orbegozo, José Ortiz Echagüe, Mariano Lozano Colas, Enrique de Sendagorta, Alejandro Goicoechea (y su compañero en esta aventura, José Luis Oriol y Uriguën), Mark Birkigt (y su alter ego, Damián Mateu) y Demetrio Carceller Segura.

Además, Antonio Colino, presidente de la Real Academia de Ingeniería, quiso reivindicar durante su intervención la figura del ingeniero como artífice de los grandes avances técnicos que ahora mismo hay. Colino señaló que, a diferencia de países como Estados Unidos, no hay ingenieros en la política española. Una ausencia que contrasta con la constante presencia de los ingenieros en la vida cotidiana, como autores de casi todos los artefactos que se emplean.

Para el historiador Gabriel Tortella “la ingeniería es uno de los campos que en España y en la universidad ha dado mejores resultados”. Tortella recordó que grandes ingenieros españoles alcanzaron un reconocido prestigio y competitividad a nivel mundial. Ese fue el caso de ingenieros como Entrecanales, Del Pino o Villar Mir erigiendo multinacionales de la construcción.

Entre ellos, sobresalieron otros como Demetrio Carceller Segura que, reconvertido de ingeniero textil en químico, destacó en el ámbito de los hidrocarburos, impulsando refinerías, además de por fundar Cepsa y ser el impulsor de su decisiva internacionalización. También fue ministro de Industria y Comercio de 1940 a 1945.

Por su parte, Mercedes Cabrera quiso poner en valor la visión de mercado que tuvo el ingeniero Nicolás Urgoiti creador de Papelera Española y del diario 'El Sol', mientras que Pablo Díaz Morlán, profesor de la Universidad de Alicante, resaltó la labor de José Orbegozo como creador de Saltos del Duero, antecedente de Iberdrola.

NUEVA DEFINICIÓN

La clausura del acto corrió a cargo de Ángel Simón, presidente de Agbar, quien trazó las nuevas vías por donde debe transitar el ingeniero empresario del siglo XXI y propuso realizar una revisión de la acepción del término ingeniero como empresario que tenga en cuenta, además del enfoque técnico-económico, la necesaria visión medioambiental y social.

Para Simón, una posible nueva definición sería: “Persona propietaria o directiva de una industria, negocio o empresa, que discurre con ingenio y sólido conocimiento técnico el modo de conseguir algo que requiere decisión y esfuerzo para mejorar la calidad de vida de la comunidad, y lo ejecuta con sensibilidad económica, social y ambiental, eficiencia y agilidad, en estrecha colaboración con todos los estamentos implicados, y con la calidad de vida de las personas como objetivo primordial”.

Los protagonistas del coloquio, ingenieros que nacieron en el último tercio del siglo XIX y que culminaron sus proyectos durante el siglo XX, además de compartir su formación, demostraron cumplir el elemento distintivo de su disciplina: la motivación para encontrar la solución de problemas. Además,en la actualidad todos ellos son considerados unos visionarios que hicieron realidad sueños que parecían imposibles en su época.

Las biografías han sido realizadas por académicos del más alto nivel, especialistas en cada uno de los personajes y de los sectores en los que trabajaron. Historiadores de la talla de Gabriel Tortella y Clara Eugenia Núñez, que fueron encargados de contextualizar históricamente la empresa y la ingeniería en España; Mercedes Cabrera, hablando de Nicolás Urgoiti (Papelera Española y el diario 'El Sol'); Pablo Díaz Morlán, sobre José Orbegozo (Saltos del Duero); Alfonso Ballestero, de Juan de Urrutia (Hidroeléctrica Española); Gregorio Núñez, sobre Carlos Mendoza; Manuel Peña y Francisco Contreras, de Demetrio Carceller (Cepsa, entre otras), y Gloria Quiroga, de José Entrecanales (la constructora Entrecanales y Távora, hoy Acciona)

También Santiago López y Álvaro González, de José Ortiz Echagüe (CASA); Luis Germá, sobre Mariano Lozano Colás (Azucarera Ebro); José Luis García Ruiz, de José María López de Letona (político, banquero y sobre todo gestor de multitud de empresas públicas y privadas); Jesús María Valdaliso, sobre Enrique de Sendagorta (Sener); Raúl Molina y el tándem Birkigt-Mateu (Hispano-Suiza), y Miguel Muñoz y su tándem sobre los creadores del Talgo (Alejandro Goicoechea y José Luis Oriol).