Así se pronunció Garzón durante una entrevista en ‘La hora de La 1’, de TVE, recogida por Servimedia y en la que añadió que el futuro real decreto que prepara su departamento para obligar a instalar cámaras de videovigilancia en todas las instalaciones de sacrificio animal y que se encuentra en periodo de consulta pública “tiene que ver con el cumplimiento de la legalidad”.

“Hemos asistido a muchas denuncias de que en algunos mataderos esto no se estaba cumpliendo y entendemos que poner videocámaras incentiva ese cumplimiento de la legalidad, porque desincentiva que se haga algo erróneamente”, espetó.

Con esta medida, el Ejecutivo pretende garantizar el cumplimiento de los estándares de bienestar animal, seguridad alimentaria e higiene, tanto de los animales como de las instalaciones en las que se encuentran.

La normativa regulará todos los servicios de videovigilancia en mataderos, incluirá instrucciones sobre los lugares en los que deben instalarse los sistemas y contemplará los procesos y tiempos en los que se deberán guardar imágenes y sonidos así como el procedimiento de puesta en conocimiento de la autoridad de las posibles infracciones detectadas, atendiendo a las "especificidades" de pequeños mataderos y mataderos móviles.

OBESIDAD

En otro orden de cosas, el titular de Consumo también se refirió al plan “integral” de su departamento para acabar con los “datos terroríficos” de obesidad, malnutrición y sobrepeso en la población española, que, puntualizó, “son mucho más graves en la clase trabajadora”.

“Es el doble en una familia trabajadora que en una de clase más acomodada”, añadió, convencido de que esta circunstancia “tiene que ver con muchas razones, pero, sobre todo, con la renta”.

Así, entre las “líneas de trabajo” para abordar esta problemática, se refirió a la implantación en España, a comienzos de 2021, del etiquetado frontal NutriScore, que permitirá una “identificación muy rápida” de un producto para comprobar si es “saludable o menos saludable” y que facilitará que la toma de decisiones de los consumidores esté “razonablemente dirigida hacia el consumo saludable”.

Junto a ello, se refirió a un paquete de “incentivos y desincentivos fiscales” para apoyar ese tipo de consumo más sano así como “desincentivar aquellos que tienen efectos nocivos en la salud”.

“Una de las razones por las que entendemos que hay que hacer un plan integral es porque no es una cuestión meramente ni de salud ni de consumo, es de pobreza”, advirtió, al tiempo que subrayó que, por ejemplo, “la carne más buena es más cara y la gente que tiene menos dinero consume productos peores para la salud”.

Para Garzón, existe un “problema de base, que es la pobreza y las clases sociales y eso es algo transversal a todo el Gobierno, no solo al Ministerio de Consumo”, zanjó.