El español perderá fuerza a finales de siglo por la demografía y su poca presencia en la ciencia

- Ahora lo habla el 7,5% de la población mundial y caerá al 6,3% en 2100

MADRID
SERVIMEDIA

El Instituto Cervantes augura que el español perderá peso como lengua para finales de este siglo por la baja natalidad de los países hispanohablantes y por su escasa presencia en el mundo científico y tecnológico. Aun así, sigue siendo la segunda lengua materna del mundo tras el chino mandarín y lo hablan 585 millones de personas, el 7,5% de la población mundial.

El número de hispanohablantes seguirá creciendo en los próximos 50 años, pero su peso relativo disminuirá de manera progresiva de aquí a final de siglo, según el informe presentado este jueves por el director del Instituto Cervantes, el poeta Luis García Montero, junto a la ministra de Exteriores, Arancha González Laya.

Aun así, el español sólo tiene por delante al chino mandarín, que cuenta con unos 950 millones de hablantes frente a los 585 del español. De hecho, se estima que en 2020 hay más de 22 millones de alumnos estudiando español como lengua extranjera.

Estas buenas cifras amparadas por un crecimiento sostenido pueden no seguir su buen curso en el futuro. De hecho, el Instituto Cervantes alerta de que, si bien las proyecciones indican que la comunidad hispanohablante seguirá creciendo de forma paulatina hasta 2068, cuando se llegará a los 724 millones de hablantes, se prevé un retroceso progresivo a partir de entonces.

Para el año 2100, el número de personas que se comunican en español decaerá a los 688 millones. Esto tiene una principal explicación: la demografía. Y es que los países hispanos tienden a reducir su natalidad, principalmente España, mientras crece en Asia y África. Además, aunque en 2060 los Estados Unidos será el segundo país hispanohablante del mundo después de México, se estima que el crecimiento de la comunidad hispana de este país será menor que el esperado hace tan sólo cinco años.

Actualmente, el 6,3% de la población mundial (488,7 millones de personas) es nativo del español. Para finales de siglo, se espera que este porcentaje decaiga al 5,2%, según las estimaciones del Cervantes en base a las proyecciones de población de Naciones Unidas. A pesar de esto, este peso relativo del español seguirá siendo mayor al del inglés y el francés.

LA NATALIDAD DE ÁFRICA IMPULSA EL FRANCÉS

Mientras que la demografía juega en contra del español o el inglés, sopla a favor del árabe, que experimentará un “crecimiento significativo”, según el Instituto Cervantes. También cobrará mayor relevancia el francés por las altas tasas de natalidad registradas en países africanos.

“Esa bomba demográfica que ya ha comenzado a estallar en África subsahariana va a restar peso demográfico al español y va a dar más relevancia a la francofonía”, diagnosticó el profesor David Fernández Vítores en la presentación del anuario. De hecho, se prevé que el francés duplique el número de francófonos con competencia limitada, es decir, aquellos que lo hablan sin ser nativos, pero lo aprenden.

Según el anuario del Cervantes, “a pesar de que la comunidad hispanohablante crecerá en términos absolutos en los próximos cincuenta años, su peso relativo irá disminuyendo progresivamente de aquí a final de siglo, debido fundamentalmente al descenso de la población de los países hispanohablantes, que cederán definitivamente el testigo a la India y a buena parte de los países del África Subsahariana como motores del crecimiento de la población mundial”.

No es de extrañar, por tanto, que el Instituto Cervantes esté centrando sus esfuerzos en abrir nuevas sedes en países como Senegal o Corea del Sur, donde recientemente han abierto centros en sus capitales, Dakar y Seúl.

LA CIENCIA Y EL ESPAÑOL

Otra de las razones por las que el español perderá peso, según el Cervantes, es la escasa producción de artículos científicos en español. Y es que, en la ciencia, la lengua que predomina es el inglés.

De hecho, sólo el 4,3% de la producción científica mundial tiene su origen en algún país de habla hispana. Teniendo esto en cuenta, casi el 60 % de los documentos científicos del ámbito hispanohablante se publican en España, dada la escasa producción del resto de países hispanos.

Además, la mayoría de producción científica -el 72%- se produce sólo en tres ámbitos: las Ciencias Sociales, la Medicina y las Humanidades, dejando de lado el sector tecnológico. Con estas cifras, la producción científica de Estados Unidos, Canadá, Australia y el Reino Unido es ocho veces superior a la generada por el conjunto de los países hispanohablantes.

“La proyección internacional de la que gozan la literatura, la música o la pintura hispanas no se manifiesta de igual modo en el ámbito de la ciencia”, lamenta el informe del Instituto Cervantes.

No obstante, el profesor David Fernández Vítores apuntó que en esto también influye que muchos investigadores hispanohablantes publican sus investigaciones y artículos científicos o académicos en inglés por ser el idioma dominante en la ciencia, de forma que “las investigaciones de mayor repercusión se suelen publicar en inglés” pese a ser de autoría española.

Sea como fuere, los pronósticos del Instituto Cervantes son agridulces. Pese a la expansión actual del español y el mayor interés de los extranjeros por conocer el idioma, el peso relativo disminuirá este siglo, hasta el punto que sólo el 6,3% de la población mundial podrá comunicarse en español, cuando ahora lo hace el 7,5%.

(SERVIMEDIA)
15 Oct 2020
GIC/gja/mjg