De acuerdo al informe publicado este jueves, las regiones de Madrid y Cataluña concentraron la cuarta parte de las ventas de esos modelos en septiembre, un punto más que el mismo mes del año pasado.

Según la interpretación de Ganvam, esto se debe a que en estas regiones el coronavirus tiene más incidencia en los contagios y, por tanto, los compradores orientan sus preferencias hacia modelos de elevada antigüedad, que pueden pagar fácilmente al contado en un momento en el que la desconfianza hacia los transportes colectivos les lleva a buscar soluciones de movilidad individuales.

En concreto, en Cataluña las ventas de vehículos usados de más de 15 años crecieron un 38% durante el pasado mes hasta alcanzar las 10.627 unidades mientras que en la Comunidad de Madrid aumentaron un 25%, con un total de 6.711 unidades.

Según valoró el informe, comunidades como Navarra han seguido la misma tendencia, donde también sufren una elevada velocidad de propagación del virus. De hecho, las ventas de vehículos usados de más de 15 años subieron nada menos que un 44,6% en la comunidad foral durante el pasado mes.

En un análisis por edades, los datos de Ganvam ponen de manifiesto que los vehículos usados de entre 10 y 15 años, aunque siguen representando una de cada cuatro ventas, apenas subieron un 6,7%, con un total de 48.226 unidades en septiembre, como consecuencia precisamente del desplazamiento de la demanda hacia modelos todavía más antiguos y de menor precio.

Aunque en términos de volumen los modelos más antiguos fueron los más representativos, los vehículos usados de entre tres y cinco años fueron los protagonistas en términos relativos en septiembre, con una subida del 44,9%, representando una de cada diez compras.

Le siguieron los seminuevos de entre 1 y 3 años que, con un total de 26.284 unidades, crecieron casi un 42%.

Para Ganvam, el interés que despiertan los modelos de hasta cinco años entre los compradores por su relación calidad/precio los convierte en “una palanca que hay que utilizar” para impulsar el rejuvenecimiento del parque y eliminar de la circulación los modelos más antiguos y contaminantes.

De esta forma, la asociación defiende su inclusión en las estrategias de incentivo al achatarramiento, que más allá de planes coyunturales de choque "deberían convertirse en iniciativas estructurales, máxime aprovechando los fondos de reconstrucción europeos".

“Para empezar a frenar el envejecimiento del parque habría que achatarrar como mínimo 400.000 unidades más al año. Esta demanda la tenemos en los usados de 0 a 5 años, que en lo que llevamos de ejercicio ya han registrado cerca de 440.000 unidades vendidas”, argumentó la directora de comunicación de Ganvam, Tania Puche.