Economía

BBVA augura un crecimiento inferior al del Gobierno por los fondos europeos en 2021 al tener que licitar los proyectos

-El banco ve factible que la economía crezca un 12,4% en 14 años si se aprovechan bien los recursos europeos para acometer las reformas necesarias

MADRID
SERVIMEDIA

BBVA es menos optimista que el Gobierno, la Comisión Europea y el Banco de España sobre el crecimiento extra que añadirán al PIB español los fondos europeos el próximo año, ya que poner al cien por cien la maquinaria de la licitación y ejecución de los proyectos que se nutrirán de los recursos comunitarios tardará algún tiempo.

Así lo deslizó este viernes el responsable de análisis económico de BBVA Research, Rafael Domenech durante unas jornadas sobre la recuperación económica organizada por Cinco Días, El Pais y la Ser con el patrocinio de Tecniberia, Seopan y Deloitte, donde pronosticó que el escenario proyectado por el Ejecutivo nacional y comunitario será “más probable en el 2022 y año siguiente”, y reconoció que la capacidad de añadir crecimiento a largo plazo es alta si se aprovechan bien los recursos.

El Gobierno ha solicitado 27.000 millones de euros con cargo al macrofondo Next Generation para el próximo año y espera que sumen 2,6 puntos porcentuales al crecimiento de la economía desde el 7,2% que lo haría de manera inercial a un 9,8%. Bruselas eleva dicho potencial añadido de crecimiento a una horquilla de entre el 2,3 y 3% y el Banco de España a un 1,5- 2,3%.

“En la esquina inferior izquierda están lo que yo creo que va a ser lo más factible”, apuntó Domenech en alusión a la parte baja de las estimaciones de ambos organismos que se mueven entre el 1,5 y 2,1%. “Las condiciones que hay que realizar para irnos a esa esquina superior derecha -donde se encuentran las proyecciones más optimistas- son muy exigentes en términos de licitación y ejecución de los proyectos a corto plazo. Posiblemente ese escenario que se está dibujando sea más probable en el 2022 y en los dos años siguientes”, refirió.

Domenech valoró que el macrofondo europeo supone “una oportunidad única para que el proyecto de construcción de la Unión Europea siga hacia adelante” y en el caso de España, que podría recibir hasta 140 millones a su cargo, representa la ocasión “única para corregir problemas estructurales”, como la alta tasa de desempleo estructural, la falta de digitalización, o la baja “flexiseguridad” del mercado de trabajo.

Para que dichos fondos sirvan no solo para superar la crisis económica sino también para potenciar el crecimiento de forma permanente explicó que necesitaremos que los proyectos que se lancen con su recurso “vengan acompañados de reformas estructurales en línea con las recomendaciones específicas que la Comisión Europea ha efectuado a España” e intentar "que no quede ni un solo euro sin gastar", algo que dependerá de "la capacidad que tenga España de absorber y licitar fondos ".

De manera específica subrayó el potencial de las reformas estructurales que ayuden a crear empleo a cargo plazo en una economía que desde el año 1980 ha arrastrado una tasa de desempleo media del 16,9%.

Conforme a sus cálculos, el PIB nacional podría aumentar en hasta un 12,4% en un plazo de 14 años solo con que las reformas reduzcan el desempleo estructural en 10 puntos porcentuales, batiendo incluso el efecto beneficio estimado para el país a un horizonte temporal tan extenso por la misma Comisión Europea.

Según recordó, la Comisión Europea coloca a España entre los países que potencialmente pueden salir más beneficiados, al ser también de los mayores receptores de recursos. El análisis de Bruselas determina que la economía podría tener un impulso adicional del 4% en el PIB para el año 2024 por la inercia de los proyectos puestos en marcha para mejorar la productividad de la economía y aún sumaría un 2% en el horizonte del 2030.

El potencial de crecimiento dependerá según Domenech “de la capacidad que tenga España de absorber, licitar y ejecutar esos fondos durante los próximos años”, recordando que “la experiencia del pasado no ha sido particularmente positiva” ya que se ha ido “bastante por detrás” en la anticipación y ejecución de los fondos estructurales y de inversión durante el período 2014-2019.

No obstante, consideró que esta vez no se puede extrapolar dicha trayectoria ya que el carácter de los recursos es distinto, están muy acotados en el tiempo y fundamentalmente se trata de subvenciones y no un crédito a devolver vía recaudación de impuestos como sí ocurre con otros recursos europeos.

Sin embargo, sí indicó que “tenemos el reto de utilizar hasta el último euro que podamos en los próximos años” y el gran desafío está en la “efectividad” de los proyectos que se aborden y que sean “verdaderamente transformadores” ya que “del diseño, de la selección” y de la ejecución determinará la capacidad de aumentar el crecimiento potencial de la economía.

Para ello abogó por favorecer la colaboración público privada, ponderar una visión “integral” en la selección de proyectos y no solo bajo criterios técnicos-económicos y que la ejecución “sea rápida y eficiente, que no haya cuellos de botella en las administraciones públicas”.

(SERVIMEDIA)
16 Oct 2020
CGP/ECR/gja