Clima

El Atlántico tiene actualmente las temperaturas más cálidas en casi tres milenios

MADRID
SERVIMEDIA

Las temperaturas actuales del Atlántico son las más cálidas en los últimos 2.900 años, según un estudio realizado con sedimentos en un lago de la isla de Ellesmere, la más septentrional del archipiélago ártico canadiense.

El estudio, realizado por nueve investigadores de universidades de Canadá y Estados Unidos, y publicado en la revista 'Proceedings of the National Academy of Sciences', se basa en capas perfectamente conservadas de sedimentos del fondo del lago South Sawtooth, que contienen titanio sobrante de siglos de erosión de rocas.

Al medir la concentración de titanio en las diferentes capas, los científicos pudieron calcular la temperatura relativa y la presión atmosférica a lo largo del tiempo. Y llegaron a la conclusión que el intervalo más cálido de los últimos 2.900 años en el Atlántico Norte es el de la última década y el más frío entre los años 1400 y 1600.

Pierre Francus, del Instituto Nacional de Investigación Científica de la Universidad de Quebec (Canadá), apunta que este trabajo supone "la primera reconstrucción de las temperaturas de la superficie del océano Atlántico" de los últimos casi 3.000 años, lo que permitirá a los climatólogos comprender mejor los mecanismos que están tras los cambios a largo plazo en el comportamiento térmico de esas aguas.

Cuando las temperaturas son frescas en el Atlántico Norte, hay un patrón de presión atmosférica relativamente baja en gran parte del Alto Ártico canadiense y Groenlandia. Esto está asociado con un deshielo más lento de la nieve en esa región y niveles más altos de titanio en los sedimentos. Lo contrario ocurre cuando el océano es más cálido: la presión atmosférica es más alta, la nieve se derrite rápidamente y la concentración de titanio disminuye.

"Utilizando estos fuertes vínculos, fue posible reconstruir cómo las temperaturas de la superficie del océano Atlántico han variado durante los últimos 2.900 años, lo que lo convierte en el registro más largo que está disponible en la actualidad", apunta François Lapointe, del Centro de Investigación del Sistema Climático de la Universidad de Massachusetts (Estados Unidos).

AMPLIA FRANJA

Este registro climático está significativamente correlacionado con otros de sedimentos independientes del Atlántico que van desde el norte de Islandia hasta la costa de Venezuela, lo que confirma su fiabilidad como indicador de la variabilidad a largo plazo de las temperaturas del océano en una amplia franja del Atlántico.

Las fluctuaciones en las temperaturas de la superficie del mar, conocidas como Oscilación Multidecadal del Atlántico (AMO, por sus siglas en inglés), también están vinculadas a otros fenómenos climáticos importantes como sequías en América del Norte y la gravedad de los huracanes. Sin embargo, debido a que las mediciones de las temperaturas de la superficie del mar sólo se remontan a aproximadamente un siglo, la duración exacta y la variabilidad de la AMO no se conocen bien.

El calentamiento climático en el Ártico es ahora dos o tres veces más rápido que en el resto del planeta debido a las emisiones de gases de efecto invernadero por la quema de combustibles fósiles. El calentamiento puede amplificarse o atenuarse por la variabilidad climática natural, como los cambios en la temperatura de la superficie del Atlántico Norte, que parecen variar en ciclos de aproximadamente 60 a 80 años.

Lapointe, que ha llevado a cabo un extenso trabajo de campo en el Ártico canadiense durante la última década, señala que "en los últimos veranos ha sido común que los sistemas atmosféricos de alta presión (condiciones de cielo despejado) prevalezcan en la región".

"Las temperaturas máximas a menudo alcanzaban los 20ºC durante muchos días sucesivos o incluso semanas, como en 2019. Esto ha tenido impactos irreversibles en la capa de nieve, los glaciares y casquetes de hielo, y el permafrost", añade.

Raymond Bradley, también del Centro de Investigación del Sistema Climático de la Universidad de Massachusetts, subraya que "las aguas superficiales del Atlántico han sido consistentemente cálidas desde aproximadamente 1995".

"No sabemos si las condiciones cambiarán hacia una fase más fría en el corto plazo, lo que aliviaría el calentamiento acelerado del Ártico. Pero si el calentamiento del Atlántico continúa, las condiciones atmosféricas que favorecen el derretimiento más severo de los casquetes polares del Ártico canadiense y la capa de hielo de Groenlandia se pueden esperar en las próximas décadas", apostilla.

La capa de hielo de Groenlandia perdió el año pasado más de 500.000 millones de toneladas de masa, lo que supone un récord, y esto se asoció con condiciones atmosféricas de alta presión persistentes y sin precedentes, según Bradley.

(SERVIMEDIA)
18 Oct 2020
MGR/mjg