Lo hizo en rueda de prensa después de la reunión de la Ejecutiva de ERC, al conocerse la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña que inhabilita durante 20 meses a cuatro de los cinco miembros (absolvió a la representante de la CUP y condenó a los de Junts pel Sí) de la Mesa del Parlamento catalán que permitió tramitar las llamadas ‘leyes de desconexión” previas al referéndum del 1-O.

Ya antes de que se conociera la condena, Vilalta había denunciado esa supuesta “causa general contra el independentismo”, que a su juicio “no se para”, y había avisado de que “cualquier sentencia que no sea la absolución y pedir perdón por esta persecución al parlamentarismo catalán y a la democracia será una injusticia”.

También había censurado la “aberración democrática” que supondría condenar a los miembros de la Mesa y lamentado que “el Estado ha tomado el camino de la represión y no ha corregido el rumbo”, por lo que, cuando se consumó la condena del TSJ catalán, apenas tuvo que repetir sus palabras.

Desde su diagnóstico de que todo forma parte de una causa general contra el independentismo, la portavoz de ERC postuló la recurrente advertencia de su partido de que “sólo hay una solución: la amnistía” y así “acabar con esta judicialización de un conflicto político” y de la criminalización de una de las posiciones de dicho conflicto.

“El resto de soluciones son particulares, son parciales”, avisó, en obvia referencia a los indultos a los presos independentistas que va a empezar a tramitar el Gobierno, aunque sin mencionarlos. “El Gobierno debe tomar nota de que sólo hay una solución”, incidió, apuntando a la amnistía y la autodeterminación.