Según informó la Policía, los agentes realizaron 18 registros domiciliarios en las localidades gaditanas de El Puerto de Santa María, Puerto Real, Arcos de la Fronteras, Jerez de la Frontera y Paterna de Rivera, y en el municipio sevillano de Lebrija, donde se intervino un total de 1.860 gramos de cocaína, unos 170.000 euros en efectivo, 15 vehículos, 421 plantas de marihuana, 1.500 gramos de cogollos de marihuana, 359 gramos de hachís, 200 comprimidos de anabolizantes, un revólver y cuatro rifles de caza con silenciadores y miras telescópicas.

La investigación comenzó en El Puerto de Santa María a finales del año pasado, cuando los agentes tuvieron conocimiento de la existencia de varios puntos de menudeo de cocaína en una barriada de la localidad que eran operados por uno de los clanes de la organización.

Tras varias pesquisas, identificaron a todos sus integrantes y verificaron los dos puntos de venta de droga sitos en la referida barriada, los cuales contaban con cámaras de vigilancia y puertas blindadas para dificultar el acceso a las autoridades policiales. También descubrieron otras dos viviendas donde guardaban dinero en efectivo procedente de su actividad ilícita.

Luego de la aplicación del estado de alarma con motivo de la pandemia del coronavirus, se observó que el clan de El Puerto de Santa María, ante la escasez de cocaína y la imposibilidad de abastecerse de su proveedor habitual, contactó con otro grupo sito en Lebrija del que comenzó a recibir la droga, un hecho que hizo posible identificar a tres personas vinculadas con el tráfico de estupefacientes en esa localidad.

El clan lebrijano fue desarticulado finalmente en junio, con tres detenciones y la intervención de miles de euros. Sus integrantes utilizaban a sus parejas para ocultar las viviendas y los vehículos adquiridos con su actividad ilícita.

Posteriormente, se descubrió que el clan portuense se abastecía habitualmente de un proveedor afincado en Paterna de la Rivera y La Barca de la Florida que aprovechaba su oficio de pescadero para distribuir la mercancía entre los vendedores de la provincia utilizando la furgoneta de la pescadería.

De este modo, tras seguimientos y análisis de las rutas utilizadas por este individuo, se localizaron los puntos de venta de cocaína de los diferentes miembros del clan en Arcos de la Frontera, Paterna de la Rivera, La Barca de la Florida y Puerto Real.

También se descubrió que las parejas de algunos de los investigados tenían un perfil muy activo en la trama, ejerciendo de vendedores y de enlace entre aquéllas y el principal distribuidor de cocaína.

En la última fase de la investigación se identificó al clan de Jerez, formado por los tres principales distribuidores de cocaína que también fueron detenidos. Sus miembros ocupaban el escalón más alto de la jerarquía de la organización, y del cual se abastecía el pescadero.

La investigación sigue en curso por parte de la Policía Nacional con el objetivo de identificar los orígenes, flujos y el paradero de ganancias ilícitas. Hasta el momento se ha solicitado el bloqueo preventivo de 31 cuentas bancarias (con un saldo aproximado de 100.000 euros), el embargo preventivo de diez viviendas, 28 vehículos y una embarcación.

La operación ‘Primate’ se ha desarrollado en el marco del Plan Especial de Seguridad de Campo de Gibraltar contra el Tráfico de Drogas y Sustancias Psicotrópicas.