Vulnerabilidad social

Cáritas pide soluciones permanentes y no sólo de emergencia por el Covid-19 para 40.000 personas sin hogar

-Denuncia que el Covid-19 ha multiplicado la vulnerabilidad de colectivos como las mujeres maltratadas o los menores no acompañados

MADRID
SERVIMEDIA

Cáritas cifró este jueves en al menos 40.000 las personas sin hogar que hay en España, un dato más alarmante que las 33.000 que contempla el Gobierno en su estrategia, con cifras de 2015. La situación, según la ong católica, ha empeorado con la pandemia del Covid-19, que en su acción de emergencia ha visto un incremento de demanda de plazas de un 25%.

Así lo manifestaron varios portavoces de la organización durante la presentación del informe 'Las personas en situación de sin hogar acompañadas por Cáritas. Contexto en 2019 y durante el estado de alarma y la Covid-19'.

La secretaria general de Cáritas, Natalia Peiro, apeló a "cambiar el modelo que empuja a las personas a las perferias". "A la atención que realizamos con las personas en situación de sin hogar hay que sumar el impacto que ha supuesto la Covid-19, que ha hecho que los factores de exclusión social y residencial se multipliquen”, agregó.

Thomas Ubrich, del equipo de Estudios de Cáritas, aseguró que "en España hay 39.483 personas viviendo en la calle o dependientes de alojamientos temporales, de emergencia o que hacen uso de albergues para dormir. Personas con nombre y apellidos que atendemos en nuestros recursos” y su perfil es heterogéneo, aunque entre las personas sin hogar predominen los varones, de entre 45 y 64 años y de nacionalidad española.

Según sus datos, hay casi 7.100 mujeres sin vivienda atendidas por Cáritas, "muchas de ellas en la calle tras sufrir violencia"; también atienden a más de 1.000 niños y adolescentes; cientos de jóvenes extutelados que se quedan en la calle "sin alternativa cuando salen de un centro"; y casi 2.000 mayores de 65 años.

"La imagen que tenemos de las personas sin hogar es la de una persona sin techo, una persona que duerme en la calle. Con este estudio queremos añadir otras imágenes: falta de privacidad, del calor de un hogar, de un espacio de cuidado", aseveró.

Por eso, en Cáritas advierten a las administraciones de la necesidad de tomar medidas duraderas a largo plazo y con presupuesto adecuado.

EMERGENCIA

Alternativas puntuales como crear un albergue en las instalaciones de Ifema en Madrid, como se impulsó en la primera ola de la pandemia, no convencen a la organización. "En una situación de emergencia hacemos todos todo lo posible y de lo que se trata es de no dejar a ninguan persona en la calle. La pandemia ha pasado una vez, no podemos movilizar a todas las personas de un recurso de emergencia a otro recurso de emergencia. Si un albergue es impersonal, donde gente que no se conoce tiene que adaptarse a la convivencia, un Ifena en el que cabría un número enorme de personas no es condición de vida para nadie", subrayó Peiro.

Ubrich recordó que 4,6 millones de personas en situación de inadecuación de vivienda y casi dos millones en situaciones de inseguridad en esa vivienda. "En primavera alertamos de que una emergencia habitacional estaba brotando, pues 700.000 personas no podían hacer frente a los gastos de la vivienda", indicó. "Es posible que estemos en puertas de una nueva crisis de la vivienda que exponga a cientos de miles de personas a perder su casa", en esa crisis, añadió, "la visión más extrema" la protagonizarán las personas sin hogar.

En 2019, Cáritas gestionó 5.498 plazas para personas sin hogar, de las que alrededor de 2.700 de ellas fueron de tipo habitacional. "La crisis de la Covid-19, y las crisis que trae consigo, han provocado el aumento de la presencia de personas sin hogar y ha incrementado la demanda de plazas en un 25% (1.407 plazas nuevas)", añadió, alertando de que los recursos de la organización "están al borde de la saturación para atender a las personas sin hogar".

"Necesitamos urgentemente nuevas medidas, también a largo plazo ante la complejidad de la situación. Hay que recordar que la vivienda es la primera barrera de protección para preservar la salud, la vida y la dignidad. No tener casa mata", zanjó, en referencia a la campaña que recientemente ha lanzado Caritas.

En el acto, Enrique Domínguez, del equipo de Inclusión de Cáritas, apuntó entre los retos para poder atender a las personas sin hogar mejorar la recogida de los datos e impulsar medidas de prevención. "Estamos muy centrados en la asistencia. El aumento de la demanda de ayuda por el Covid-19, con respuestas desde la emergencia no pueden ser permanentes. Tenemos el reto de unmodelo de trabajo centrado en derechos", recalcó, insistiendo en que "las políticas públicas deben de estar preparadas para dar respuesta a las personas más vulnerables".

(SERVIMEDIA)
29 Oct 2020
AHP/gja