Marlaska se refirió a esta cuestión al contestar en el Pleno de la Cámara Alta a la pregunta planteada por la senadora de ERC Mirella Cortès.

Esta parlamentaria sostuvo que la 'operación Volkhov' era un “nuevo ataque” contra el independentismo catalán, al tiempo que sostuvo que las pesquisas en este caso de la Guardia Civil han estado dirigidas por agentes que también hicieron informes en la investigación sobre el 'procés'.

Cortés también criticó que, en lo que se refiere al nacionalismo catalán, desde el Estado se dé “una de cal y otra de arena”. Argumentó que la 'cal' fue la absolución la semana pasada del exjefe de los Mossos d'Esquadra Josep Lluís Trapero y la cruz, la operación contra el entorno de Puigdemont.

“EXCLUSIVO MANDATO” DEL JUEZ

A este respecto, Marlaska defendió la “separación de poderes” y dijo que no podía hacer “ninguna valoración” respecto a esta operación contra el entorno de Puigdemont porque la Guardia Civil y la Policía Nacional “cuando actúan como Policía Judicial”, como es este caso, lo hacen “bajo el exclusivo mandato de la autoridad judicial, en este caso el juzgado de Instrucción número 1 de Barcelona”.

Respecto al hecho de que la senadora Cortès sugiriese que la 'operación Volkhov' puede dificultar el diálogo entre el Gobierno central y la Generalitat catalana, el ministro señaló que el PSOE es distinto del PP y que el gabinete de Pedro Sánchez “no rehuye el conflicto político”.

Sostuvo que lo que se requiere es que todos pongan de su parte para que haya unos “mínimos” para el diálogo. Sin embargo, Marlaska señaló que el diálogo sobre Cataluña no significa obviar que España es una de las “veinte democracias plenas” del mundo y que la Guardia Civil es “del conjunto de los españoles”.