Teletrabajo

Garrigues y Cuatrecasas avisan sobre el riesgo de que el teletrabajo convierta autónomos en asalariados

MADRID
SERVIMEDIA

Los despachos laboralistas Garrigues y Cuatrecasas avisaron sobre el riesgo que puede suponer el auge del teletrabajo de cara a convertir relaciones laborales de autónomos en asalariados.

La socia directora del Área Laboral de Garrigues, Rosa Zarza, y el socio del área Laboral de Cuatrecasas, Juan Bonilla, coincidieron en esa llamada de atención en una jornada sobre teletrabajo organizada la semana pasada por el Instituto de la Empresa Familiar (IEF) y en la que también participaron la directora responsable de People & Change de KPMG en España, Cristina Hebrero, y la socia de Consultoría de Human Capital de Deloitte, Rocío Abella.

Desde Garrigues, Zarza consideró que, con el avance del trabajo a distancia, “en la medida en que el espacio físico del centro de trabajo se diluye, el riesgo que podemos asumir es la ‘laboralización’ de muchas relaciones laborales que hoy se consideran de autónomos”.

En esta misma línea, Bonilla, de Cuatrecasas, observó que en el caso de autónomos que trabajen a distancia “las compañías no estarán libres de demandas de laboralidad” y añadió que la nueva ley del trabajo en plataformas “a lo que nos va a llevar sin género de dudas es a la ‘laboralización’ de muchas actividades que antes se hacían en régimen de autónomos”.

En sentido contrario, desde KPMG, Hebrero señaló que con el teletrabajo podría haber un mix laboral en el que si surgen tareas que sean esporádicas se cubran con personal que no sea fijo a tiempo completo, de manera que “el trabajador podría prestar ese trabajo muy especializado para una variedad de organizaciones”.

En cuanto a la nueva ley que regula el trabajo a distancia, desde Garrigues se destacó la necesidad de la norma, pero se advirtió de que podría haber sido “mucho más flexible”, “menos intervencionista” y hubiera requerido “un debate mucho más sosegado”, en palabras de Zarza.

Por parte de Cuatrecasas, Bonilla agregó que la ley “puede servir de desincentivo” del teletrabajo y explicó que hay “muchas” empresas que se están planteando no alcanzar el 30% de la jornada de teletrabajo para evitar que la ley les sea de aplicación, con lo que “no están aprovechando al máximo” esta modalidad, mientras que otras proponen superar ese porcentaje y “reconstituir la oficina” para que sea un centro al que se acuda esporádicamente.

Desde Deloitte, Abella consideró que “uno de los errores es pensar que lo que hacemos en el puesto lo vamos a poder hacer en casa, va a haber procesos que van a evolucionar”.

Hebrero, de KPMG, expuso que las organizaciones se cuestionan cómo atraer talento y ser más potentes al poder acceder a trabajadores ubicados lejos de la oficina de la empresa y que ya hay compañías planteándose una reubicación de su sede ante las posibilidades que abre el teletrabajo para las compañías y también para “repoblar zonas de España” abocadas a menos oportunidades de empleo.

Por otra parte, el socio del área Laboral de Cuatrecasas indicó que en la medida en que el trabajo se puede realizar en otros puntos geográficos en los que se pueda aplicar un convenio colectivo distinto puede suponer un salario base distinto, aunque puntualizó que este tema no está resuelto.

A ello agregó la socia del Área Laboral de Garrigues que “hoy en día muchas empresas no pagan lo mismo dependiendo de donde tienen a sus trabajadores”.

Además, incidió en que la norma del trabajo a distancia confiere un papel “absolutamente clave” a la negociación colectiva y eso puede generar un “problema” de “disparidad tremenda” a la hora de compensar los gastos por teletrabajo, por ejemplo.

(SERVIMEDIA)
09 Nov 2020
MMR/mjg