Clima

El cambio climático altera el comportamiento de los animales del Ártico

- Según una base de datos que registra movimientos de más de 8.000 animales desde 1991

MADRID
SERVIMEDIA

El comportamiento de los animales del Ártico ha cambiado en las tres últimas décadas por el calentamiento del planeta, que afecta a la forma en que se mueven, comen y aparean.

Así se explica en un artículo publicado en la revista 'Science' a partir de tres décadas de análisis sobre migración y movimientos de animales en una de las regiones más frías de la Tierra, analizados a partir de una base de datos desarrollada por ingenieros ambientales.

La base de datos incluye registros de ecologistas de todo el mundo, con 201 proyectos de investigación que analizaron los movimientos de más de 8.000 animales marinos y terrestres en el Ártico desde 1991 hasta la actualidad.

"Lo que obtuvimos es este enorme conjunto de datos que puede decirnos cómo está evolucionando el comportamiento de los animales frente al cambio climático", apunta Gil Bohrer, profesor de ingeniería civil, ambiental y geodésica en la Universidad Estatal de Ohio (Estados Unidos), quien desarrolló la base de datos y es uno de los autores principales del artículo.

La temperatura media del Ártico ha aumentado 2,3ºC desde la década de 1970. Primaveras más tempranas, inviernos más cálidos, reducción del hielo y aumento del desarrollo humano afectan al comportamiento de los animales nativos.

Después de desarrollar la base de datos, los investigadores la utilizaron para realizar tres estudios de caso que revelaron patrones y asociaciones sorprendentes entre el cambio climático y el comportamiento de águilas reales, osos, caribúes, alces y lobos.

Los ecologistas han estado observando especies e individuos durante años, pero hasta esta nueva base de datos no existía una fuente completa para reunir la información recopilada a lo largo del tiempo en diferentes estudios realizados por investigadores en agencias académicas, privadas y gubernamentales. La base de datos está alojada en Movebank, una plataforma de investigación y colaboración para el movimiento de animales desarrollada por los Institutos Max Planck (Alemania).

Recopilar, limpiar y sintetizar los datos en una base de datos fácil de usar implicó navegar las fronteras políticas, las políticas de las instituciones de investigación individuales y 30 años de notas de miles de investigadores.

Pero recopilar los datos en un solo lugar era importante, según Bohrer, ya que, sin la base de datos, los científicos de todo el mundo tendrían dificultades para cuantificar los efectos a largo plazo del cambio climático y otras actividades humanas en los animales en todo el Ártico.

"Los ecologistas están haciendo lo mejor que pueden, pero, a menudo, los datos de seguimiento de movimiento se perderían: los investigadores se retiran o se trasladan a otras posiciones, el disco duro se pierde, el cuaderno de investigación se pierde o se desecha y luego esos datos desaparecen", recalca Bohrer.

A su juicio, "el seguimiento de animales es muy difícil de hacer, por lo que un proyecto de investigación podría abarcar un puñado de animales, tal vez decenas como máximo. Cada etiqueta de movimiento de animales cuesta cientos, y a veces miles, de dólares, y es necesario capturar el animal y seguirlo. Es mucho trabajo y mucho dinero".

TRES ESTUDIOS

Los tres estudios de investigación que basaron sus hallazgos en la base de datos muestran que los animales del Ártico están cambiando sus comportamientos de manera que podrían afectar la capacidad de los animales para comer, aparearse y sobrevivir.

Un estudio compara los movimientos de más de 100 águilas reales entre 1993 y 2017, y señala que las aves inmaduras que migran hacia el norte en la primavera llegaron a esa región antes después de un invierno suave, lo que indica que las temperaturas más cálidas pueden empujarlas a migrar antes. Sin embargo, las águilas reales adultas, que en promedio comienzan su migración antes que las aves inmaduras, no cambiaron sus patrones. Eso podría tener consecuencias para la nidificación y la supervivencia de los polluelos.

Otro estudio rastrea a más de 900 hembras de caribú entre 2000 y 2017, e indica que más manadas del norte están dando a luz a principios de la primavera, mientras que las fechas de parto de las poblaciones del sur no han cambiado. La época de cría de las poblaciones del norte aparentemente responde a las condiciones medias más cálidas y al comienzo de la primavera en el Ártico. Las fechas de principios de la primavera están asociadas con una mayor variación climática y es más probable que los episodios de nieve profunda a finales de la primavera maten a los terneros nacidos antes en la temporada.

Un tercer estudio analiza las velocidades a las que osos, caribúes, alces y lobos se movieron por todo el Ártico de 1998 a 2019, y subraya que esas especies se movían a diferentes velocidades dependiendo de las temperaturas estacionales, la lluvia y la nieve del invierno. Eso es importante para la capacidad de los animales para sobrevivir: la capacidad de muchos animales terrestres para cazar alimentos se basa en cómo se mueven por grandes áreas de tierra.

Así, los alces y los caribúes se movían más en los días con temperaturas más altas, mientras que sus depredadores, los lobos y los osos negros, tendían a desplazarse menos. Los resultados sugieren que los herbívoros tendrán más dificultades para encontrar comida y evitar a los depredadores a medida que las temperaturas continúen aumentando.

(SERVIMEDIA)
08 Nov 2020
MGR/mjg