Así lo puso de manifiesto el presidente del CNPT, Andrés Zamorano, durante su intervención en una rueda de prensa en la que recordó que, tal y como recoge el manifiesto, el consumo de tabaco ocasiona cada año en España al menos 69.000 muertes prematuras y es la primera causa de muerte “evitable”.

El experto puntualizó que no existe una exposición al tabaco que pueda ser considerada “segura” y subrayó que el manifiesto surge ante la proliferación de estrategia publicitarias “muy engañosas y agresivas” por parte de la industria en torno a este tipo de productos, dirigidos, en buena medida, al público más joven.

El presidente del CNPT lamentó que en los últimos años la industria haya “ampliado” su negocio con la promoción de productos de tabaco calentado y cigarrillos electrónicos y criticó que oculte que entre el 60 y el 90% de fumadores siguen practicando su hábito de forma “dual” gracias a este tipo de productos.

Según sus cálculos, el 70% de los pacientes “quieren dejar de Fumar, pero la alternativa es ahondar en el control del tabaquismo, no sustituirlo por estos productos”, sentenció.

Tras puntualizar que España fue “referente” en 2010 en la implementación de políticas contra el tabaquismo, reconoció que aún falta “muchísimo por hacer”. “La industria sigue siendo parte del problema de la pandemia, no hay viso alguno de que sea parte de la solución”, apostilló.

En este sentido, urgió a poner en marcha una “nueva ley del tabaco” en el marco de un “plan integral” contra esta “pandemia”, con el fin de alcanzar una prevalencia de apenas el 5% de fumadores y conseguir, así, la primera “generación sin humo”.

Por su parte, el presidente del Cgcom, Serafín Romero, valoró el gran número de especialistas que han querido “arropar” un manifiesto que “emana” del trabajo del CNPT y reconoció que dicho comité lucha “desde hace muchos años” contra lo que definió como un “gran problema de salud pública”.

En la rueda de prensa también estuvo presente el catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universitat de Barcelona y director del Centro Colaborador de la OMS para el control del tabaco del Instituto Catalán de Oncología, Esteve Fernández, denunció que la industria tabacalera presente a este tipo de productos como la “panacea” para atajar un “problema” que ella misma “ha generado durante décadas” con la venta “desaprensiva” de este tipo de artículos.

En este punto, denunció la existencia de profesionales sanitarios y académicos que participan en campañas de promoción y, al igual que el resto de expertos, defendió que la “principal” medida para el control del tabaquismo es el incremento de la fiscalidad, unida a un empaquetado neutro, prohibición absoluta de mostrar el producto en el punto de venta y su publicidad en dicho punto de venta o el aumento de los espacios sin humo ni vapeo.

A este respecto, consideró que la pandemia representa “una oportunidad” que, a su entender, “hay que aprovechar” para “reforzar” el cumplimiento de la actual legislación en esta materia y para poner en marcha otras medidas en este sentido.

En la misma línea, el jefe del servicio de Neumología del Hospital Universitario La Princesa, Julio Ancochea, alertó sobre el “binomio” entre la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) y el tabaquismo, que cada año causa unas 29.000 muertes y que se está “feminizando y rejuveneciendo” debido a que los adolescentes se inician “cada vez antes” en este tipo de consumos.

Ancochea insistió en que el tabaco “colapsa” el sistema sanitario y supone un “auténtico reto ético, intelectual y científico” y recalcó que los fumadores tienen más posibilidades de desarrollar síntomas graves de Covid-19, ingresar en UCI y morir. “No es necesario que nos lo diga la OMS, es nuestra propia experiencia”, zanjó.