Así lo recoge en un documento presentado en el transcurso del webinario ‘Actualización de los límites de consumo de bajo riesgo de alcohol’ y que precisa que consumir alcohol por encima de estos límites conlleva una mayor mortalidad en comparación con no beber o beber a un nivel más bajo.

Estos datos están “en consonancia”, según Sanidad, con los límites establecidos en otros países europeos como Portugal (24 y 16 gramos/día para hombres y mujeres, respectivamente); Alemania o Italia (24 y 12 gramos/día), Francia (20 y 20 gramos/día) o Noruega (20 y 10 gramos/día).

En el texto se proporciona información revisada a los profesionales sanitarios y a la población sobre los daños que produce esta sustancia, al tiempo que subraya que no consumir “es lo único que evita sus efectos perjudiciales”.

El citado documento hace hincapié en que ningún profesional de la salud o institución debe recomendar su consumo para mejorar la salud e indica que no se puede asociar el consumo de alcohol con falsas propiedades protectoras frente a la Covid-19.

El texto llama la atención sobre los episodios de consumo intensivo, que están “siempre desaconsejados” y sentencia que la evidencia epidemiológica no muestra que el consumo de vino y de cerveza tenga un efecto protector diferenciado en la reducción del riesgo cardiometabólico o de otro tipo.

En el transcurso de su presentación, la directora general de Salud Pública, Pilar Aparicio, puntualizó que el alcohol es la sustancia psicoactiva más consumida en España y con “menor percepción de riesgo” y señaló que se estima que anualmente se producen más de 15.000 muertes y que la edad de inicio de consumo en España es de 14 años.

Reducir el consumo de alcohol servirá, a su juicio, para reducir el número de enfermedades, lesiones y consecuencias sociales con las que se asocia, permitiendo a su vez disminuir la presión asistencial.

Sanidad recordó que el alcohol ocupa el cuarto lugar como factor de riesgo de pérdida de salud y contribuye al desarrollo de más de 200 problemas de salud y lesiones incluidas las enfermedades cardiovasculares, hepáticas, neuropsiquiátricas y ciertos tipos de cáncer.

Además, insistió en que no deben consumir alcohol los menores de 18 años, mujeres embarazadas o que estén en periodo de lactancia, si se va a conducir un vehículo o en otras actividades que requieran concentración o habilidades psicomotrices.

Asimismo, recomendó evitar el consumo o en todo caso consultar con un profesional sanitario de referencia en el caso de consumir medicamentos que interaccionan con el alcohol, personas con problemas de salud mental o historia familiar de dependencia alcohólica.