El pasado 30 de septiembre, las dos compañías comunicaron la operación a Bruselas, y el 8 de octubre, la CMA solicitó a la Comisión que le remitiera la evaluación de la operación propuesta.

La CMA planteó problemas de competencia en varios mercados de telecomunicaciones en el Reino Unido, en concreto en los negocios de servicios móviles al por menor y al por mayor, y el mercado de arrendamiento de líneas.

Según informó este jueves en un comunicado el Ejecutivo comunitario, la documentación que ha recabado confirma que la operación propuesta "puede afectar a la competencia en el sector de las telecomunicaciones en el Reino Unido, donde Telefónica y Liberty Global son actualmente dos grandes operadores del mercado".

Por ello, la Comisión ha decidido remitir la operación propuesta a la CMA, "que se ocupará del asunto con arreglo a la legislación nacional del Reino Unido".