Así lo precisó en un comunicado en el que añadió que dicha situación se traduce en una “peor atención” a las personas privadas de libertad y criticó que en ninguna cárcel española se están cubriendo las bajas.

En este sentido, lamentó que se mantiene el “grave déficit estructural” existente en las plantillas y recordó que, en la actualidad, hay de media sólo un enfermero para atender a unos 100 presos.

A este respecto, consideró “absolutamente insuficiente” la oferta de empleo público realizada a principios de este año de un total de 97 plazas para todo el Estado.

Además, Satse denunció que, salvo en el caso de Baleares y Navarra, no hay “ningún avance” en las conversaciones iniciadas ya en 2018 para propiciar el traspaso de la sanidad penitenciaria a las comunidades autónomas y mejorar la atención sanitaria que se presta en los centros y las condiciones laborales de sus profesionales sanitarios.

SEGUNDA OLA

Por lo que se refiere a la situación de las cárceles españolas ante la segunda ola de la pandemia, el sindicato advirtió de que esta “dista mucho de estar controlada” y puntualizó que los reclusos constituyen una población de riesgo.

Ante esta realidad, Satse urgió a dar una solución a los problemas existentes de los centros penitenciarios, así como a las “penosas” condiciones laborales y profesionales de los enfermeros que trabajan en ellos y volvió a reclamar que se impulsen las negociaciones necesarias para el traspaso de la sanidad penitenciaria en lo que queda de legislatura.