A su juicio, la campaña envía "un mensaje desafortunado y alejado del principio de participación plena en la sociedad, recogido en la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos de Personas con discapacidad".

En un comunicado, consideró preocupante que una administración pública trate de "condicionar con una campaña la elección de las familias hacia la modalidad educativa más adecuada para sus hijos e hijas con discapacidad intelectual", con mensajes como “este es su sitio” o “aquí tienen todo lo que necesitan”.

A su juicio, "esos mensajes perpetúan entre la sociedad una imagen social negativa basada en estereotipos y prejuicios, que impiden la inclusión real de las personas con discapacidad intelectual o del desarrollo".

Plena Inclusión Madrid quiso dejar claro su reconocimiento hacia "la fantástica labor de los profesionales que trabajan en los centros de educación especial" y subrayó la necesidad de garantizar a los familiares de los niños y niñas con discapacidad la libre elección de modalidad educativa.

Sin embargo, esta elección "hoy está condicionada por la carencia de recursos humanos, económicos y formativos necesarios para prestar una educación de calidad en centros ordinarios", concluyó.

Asimismo, Plena Inclusión Madrid consideró que esta campaña "se aleja de los avances desarrollados en la inclusión y la concepción de la discapacidad" e invitó a la Comunidad de Madrid a retomar un discurso inclusivo y basado en el enfoque de derechos humanos.