Medio ambiente

Las aves crían más al norte de Europa por el cambio climático y los nuevos usos del suelo

- Así se explica en el segundo Atlas Europeo de las Aves Reproductoras

MADRID
SERVIMEDIA

El cambio climático y los nuevos usos del suelo son las principales causas de que las aves críen más al norte de Europa y se hayan producido pérdidas en el sur del continente, sobre todo de especies de tierras agrícolas y pastos.

Esas nuevas distribuciones aparecen reflejadas en el segundo Atlas Europeo de las Aves Reproductoras, dado a conocer este jueves por el Consejo Europeo de Censos de Aves (EBCC, por sus siglas en inglés).

El Atlas engloba 596 especies, 539 de ellas nativas y 57 no nativas o introducidas desde otras partes del mundo. Un 35% de todas las especies autóctonas ha aumentado la superficie donde se reproducen en los últimos 30 años, un 25% la ha reducido y el resto no ha mostrado un cambio o se desconoce esta tendencia.

Entre las aves que han aumentado su área de distribución se incluyen muchas especies de bosques y las protegidas por la legislación internacional. Las aves que han perdido distribución geográfica son básicamente especies asociadas a los ambientes agrícolas.

Este segundo Atlas tiene sus raíces en su predecesor, el primer Atlas de las Aves Nidificantes de Europa, publicado en 1997 sobre la base de datos de la década de 1980. El nuevo Atlas fue coordinado desde Barcelona, Praga (Chequia) y Sempach (Suiza), y en él participaron 48 países.

La nueva edición combina altos estándares científicos con un enfoque de ciencia ciudadana para recopilar datos sobre la distribución y la abundancia de todas las especies de aves en Europa, así como para documentar los cambios ocurridos desde la primera publicación.

AUTÓCTONAS Y NO AUTÓCTONAS

El trabajo de campo se llevó a cabo entre 2013 y 2017, y se han registrado 539 especies de aves nativas que se reproducen en Europa, 59 de las cuales se concentran principalmente en el continente (casi endémicas) y 40 que sólo se pueden encontrar en este territorio (endémicas). El Atlas incluye datos sobre las aves presentes en 11 millones de kilómetros cuadrados.

Hay pocas tan extendidas como la lavandera blanca ('Motacilla alba') o el cuco ('Cuculus canorus'), que se encontraron en más del 85% de las cuadrículas de 50x50 kilómetros durante el estudio, que ha implicado dividir Europa en 5.300 cuadrículas de 50x50 kilómetros. Más del 50% de las especies se registraron en menos de un 10% de las cuadrículas estudiadas.

Los datos de la segunda edición del Atlas muestran que 57 especies no autóctonas se reproducen actualmente en Europa, es decir, una de cada 10 especies de aves nidificantes en Europa ha sido introducida desde otros lugares. Además, 39 de ellas han sido documentadas por primera vez en los 30 últimos años.

A pesar de los pronunciados cambios en los paisajes y el clima europeos, muy pocas especies autóctonas han desaparecido completamente. Éste es, sin embargo, el caso del torillo andaluz ('Turnix sylvaticus'). Unas pocas especies han colonizado de forma natural el continente europeo, como el vencejo moro ('Apus affinis').

Sin embargo, se observan cambios marcados en la avifauna europea en los últimos 30 años. El Atlas refleja que un 35% de todas las especies autóctonas aumentó la superficie en la que se reproducen, entre ellas la garcilla bueyera ('Bubulcus ibis'), la lavandera cetrina ('Motacilla citreola') o la gaviota cabecinegra ('Larus melanocephalus').

Por otra parte, un 25% de las especies nativas ha mostrado una disminución de superficie ocupada, como el combatiente ('Calidris pugnax'), la avutarda ('Otis tarda'), la carraca europea ('Coracias garrulus') o el escribano hortelano ('Emberiza hortulana'). Además, las zonas de cría de las aves europeas se ha desplazado hacia el norte una media de 28 kilómetros (aproximadamente un kilómetro por año).

"Los nuevos usos del suelo y el cambio climático parecen ser los principales impulsores de los cambios observados y deberán ser investigados más a fondo. En concreto, el norte de Europa ha ganado especies mientras que el sur ha experimentado pérdidas, a menudo de especies de aves propias de las tierras agrícolas y los pastos, en concreto en la región mediterránea y en Europa occidental y central", apuntó Sergi Herrando, del equipo de coordinación del nuevo Atlas e investigador del Instituto Catalán de Ornitología y del Creaf (Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales).

AGRICULTURA INTENSIVA

Esto concuerda con la información existente sobre la disminución de muchas poblaciones de aves propias de espacios cultivados por las prácticas agrícolas intensivas. A la vez, muchas especies desplazan sus áreas de distribución hacia el norte y la riqueza de especies de aves forestales aumenta, probablemente por el abandono de las tierras que da lugar a la regeneración de los bosques. Otro dato que se detalla en el Atlas es la pérdida de la distribución de aves en los prados de alta montaña y en la tundra ártica.

La segunda edición del Atlas de las aves nidificantes de Europa representa un nuevo marco de conocimiento sobre la avifauna europea, con una cobertura geográfica sin precedentes, desde las Azores hasta los Urales. Es también uno de los proyectos de ciencia ciudadana más grandes de la historia de la cartografía de la biodiversidad. En total, unas 120.000 personas han aportado datos al atlas a partir de trabajo de campo, la gran mayoría de ellos de forma voluntaria.

“El nuevo Atlas Europeo es un gran avance en la actualización de la distribución de todas las especies de aves en Europa. Un gran trabajo que sería impensable sin la participación de miles de voluntarios de SEO/BirdLife que han colaborado con su tiempo y dedicación en trabajos de campo a lo largo de todos estos años. Además, en España, al ser uno de los países más grandes de Europa la aportación de los voluntarios ha sido muy relevante para el conjunto de Atlas", indicó Juan Carlos del Moral, coordinador de Ciencia Ciudadana de SEO/BirdLife.

(SERVIMEDIA)
04 Dic 2020
MGR/clc/gja