El Ministerio de Defensa, a través de la Dirección General de Armamento y Material (DGAM), ya había cerrado sendos acuerdos con los dos países sudamericanos a lo largo de este año. Sin embargo, las operaciones todavía estaban pendientes de recibir el visto bueno final por parte del Consejo de Ministros.

En concreto, Uruguay pagará 22 millones de euros por sus dos aviones Hercules de segunda mano, mientras que Perú desembolsará tres más, 25 millones de euros, por las otras dos aeronaves. En ambos casos, se incluyen un paquete de repuestos.

En 2018, el Ejército del Aire español declaró su flota de diez aviones C-130 como material enajenable, ante la progresiva entrada en servicio de los aviones A400M en el Ala 31 de la base aérea de Zaragoza. Durante los dos últimos años, la Fuerza Aérea ha realizado un trasvase progresivo de medios, sobre todo, de personal, de uno a otro tipo de avión y tiene previsto dejar de operar definitivamente sus Hercules este mes de diciembre.

Los C-130 españoles entraron en servicio a partir de 1973. A principios de los 2000 fueron sometidos a un programa de modernización para prolongar su vida operativa, que supuso la renovación de los equipos de aviónica, comunicaciones, autoprotección, combustible y cisterna de reabastecimiento, piloto automático digital y GPS.

Entre octubre y noviembre, pilotos de las fuerzas aéreas de Perú y Uruguay viajaron hasta Zaragoza para entrenarse en el manejo de los aviones y en el uso de la aviónica. Después de la autorización del Gobierno, los cuatro Hercules pondrá rumbo antes de final de año a sus nuevos destinos.