Su anuncio lo efectuó durante la Junta de accionistas de Pymar, sociedad que agrupa a los principales astilleros privados españoles, y en la que también intervino la consejera delegada de Pymar, Almudena López del Pozo, el presidente del Gobierno Vasco, Íñigo Urkullu, y el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo.

Durante su intervención avanzó la intención del Ejecutivo de aprobar además una prórroga del instrumento de ayuda articulado a través del Real Decreto 87.4/2017 para la construcción y transformación de buques, subrayando que el nuevo techo de gasto presupuestario plurianual aprobado recientemente “garantiza el mantenimiento de estas ayudas durante los próximos años”.

La ministra reconoció que la situación creada por la pandemia “ha rebajado de forma notable las expectativas, tanto de la economía mundial, en general, como del sistema de transporte marítimo en particular”, y ello “podría tener su reflejo en los niveles de inversión para nueva construcción, reparación y transformación naval a escala mundial” en el corto plazo.

Sin embargo, a medio plazo aseguró que la expectativa “es buena”, con la confianza de que “los desequilibrios acaben por corregirse y que factores como las nuevas normativas que entrarán en vigor, las “necesidades de renovación de la flota existente o el incremento de la demanda de transporte”, acaben “reequilibrando el mercado” e “impulsando la demanda a valores por encima, incluso, de los actuales”.

Así, lanzó además un mensaje de “confianza y de compromiso del Gobierno de España con la industria naval”, ya que considera que se trata de “un sector estratégico de nuestro ecosistema industrial” y con gran potencial para contribuir a la recuperación económica.

“Apostar por la industria naval es apostar por la recuperación económica”, abundó, subrayando la capacidad de los astilleros de cohesionar territorios, su “efecto de arrastre” sobre otros sectores económicos importantes como el siderúrgico, el de fabricantes de maquinaria o de bienes equipos, y porque crean “empleo de calidad”.

“La pandemia nos ha enseñado que el sector industrial es más resiliente que otros sectores productivos de la economía y, sin duda, disponer de un sector dinámico, competitivo y de alta tecnología, como es el caso del sector naval, significa también mayor dinamismo económico, mayor dinamismo en la creación de empleo, mayor intensidad tecnológica, mayor propensión a exportar y, por tanto, un sector exterior más equilibrado”, resumió.

Por ello, Maroto instó a las compañías a presentar proyectos para aprovechar la oportunidad inversora que se abrirá con los fondos europeos, reconociendo el buen encaje que pueden tener, ya que el sector naval “es punta de lanza para abordar los desafíos de la transición digital y la transición ecológica”.

“Estoy convencida de que podemos crear un espacio, un grupo de trabajo para poder abordar el desarrollo de estos proyectos para que puedan financiarse con los fondos europeos”, afirmó.

A título de ejemplo, indicó que se podrían financiar con dicha línea “proyectos tractores” que “impliquen a astilleros, a proveedores, a la industria auxiliar, a los centros tecnológicos y a los centros de formación”, así como proyectos digitales como la sensorización, la explotación de datos masivos, la robotización o la inteligencia artificial o en áreas que promuevan la descarbonización del transporte marítimo.